Viajes
Un aventurero británico visita las siete maravillas del mundo en menos de una semana
El mochilero Jamie McDonald logra un récord Guinness al visitar las siete maravillas del mundo en tan solo seis días, 16 horas y 14 minutos.
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Jamie McDonald, más conocido como Adventureman, ha logrado un increíble desafío: visitar las siete maravillas del mundo en menos de siete días.Con este logro, ha entrado en el libro Guinness de los récords como la persona que ha completado este viaje en el menor tiempo posible.
El viaje comenzó el 1 de marzo en la Gran Muralla China, donde McDonald recorrió una parte de este impresionante monumento. Desde allí, voló a la India para admirar el Taj Mahal, el majestuoso mausoleo de mármol blanco. La siguiente parada fue Petra, en Jordania, la antigua ciudad tallada en la roca.
Después de explorar las ruinas de Petra, McDonald se dirigió a Roma para visitar el Coliseo, el anfiteatro más grande del mundo antiguo. Allí pudo apreciar la arquitectura y la historia de este símbolo de la civilización romana.
La segunda mitad del viaje llevó a McDonald al otro lado del Atlántico. Su primera maravilla en América fue el Cristo Redentor, la gigantesca estatua de Jesús que domina la ciudad de Río de Janeiro. Desde Brasil, viajó a Perú para conocer el Machu Pichu, la ciudadela inca situada en lo alto de los Andes.
La última maravilla que visitó fue Chichén Itzá, en México, el centro ceremonial de la cultura maya, donde pudo contemplar la pirámide de Kukulkán y otros templos y edificios.
McDonald llegó a Chichén Itzá el 7 de marzo a las 16:14 horas, completando así su reto en seis días, 16 horas y 14 minutos.
Así lo ha conseguido
"Inspirar a otras personas a perseguir sus sueños y a vivir al máximo"
McDonald, de 36 años y originario de Gloucester, en el oeste de Inglaterra, para lograr esta hazaña ha tenido que recorrer un total de 36.783 kilómetros (22.856 millas), para los que utilizó 13 vuelos, 16 taxis, 9 autobuses y 4 trenes.Se ha gastado unos 10.000 euros (11.500 dólares) en su aventura, que ha financiado con sus propios ahorros y con donaciones.
Adventureman ha confesado que se siente "muy feliz y orgulloso" de haber conseguido este récord mundial. Ha explicado que su objetivo era "inspirar a otras personas a perseguir sus sueños y a vivir al máximo". Además, ha dedicado su hazaña a los niños enfermos y a las organizaciones benéficas que los apoyan.
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