Reino Unido
Amputan las dos piernas a un cirujano aunque los médicos recomendaban solo los dedos: "Supe hacia dónde me dirigía"
Tras la intervención, Hopper estaba desconcertado ya que seguía notando ambas extremidades, una sensación que está denominada como 'miembro fantasma', ya que el cerebro "no está diseñado para que le falten partes".
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Neil Hopper lleva gran parte de su vida ejerciendo como cirujano, por lo que en numerosas ocasiones ha tenido que amputar alguna extremidad a alguien. Sin embargo, nunca pensó que él también sería una de esas personas a las que deberían amputarle alguna extremidad, en su caso, ambas piernas.
En 2019, Hopper se fue de viaje familiar a un campamento. Todo iba bien hasta que, de repente, él y su hija comenzaron a sentirse mal, por lo que regresaron a casa. A su vuelta, la joven se recuperó, pero él no.
Lo último que el cirujano recuerda es que decidió irse a dormir temprano un día que su mujer e hijos no se encontraban en la vivienda. A la mañana siguiente lo despertó la llamada de su mujer: "Afortunadamente me llamó por teléfono. Yo hablaba galimatías, no tenía sentido lo que decía", cuenta Hopper a la BBC.
Debido a la situación que se estaba dando, un amigo de la familia acudió a su casa y desde ahí llamaron a la ambulancia para llevarle al hospital. Tras ser atendido, Hopper fue diagnosticado con sepsis, una afección que se da cuando el sistema inmunológico reacciona de forma exagerada a una infección y comienza a dañar los tejidos y órganos del propio cuerpo, y que es potencialmente mortal.
"Vi que los dedos de mis pies se habían vuelto azules, y en ese momento supe hacia dónde me dirigía", afirmó el cirujano. El cambio de rol, de médico a paciente, le costó. Incluso llegó a discutir con varias personas, hasta que un médico de la UCI y su mujer le dijeron: "Deja de ser médico y deja que te traten".
Tras varias semanas de oxigenoterapia –respirar oxígeno en una cámara o tubo presurizado, permitiendo que sus pulmones acumulen hasta tres veces más oxígeno del que obtendría al respirar a una presión de aire normal–, Hopper se sometió a una operación donde le amputarían los dedos de los pies, aunque sabía que esa no sería su única intervención quirúrgica si realmente quería salvarse.
"Tuve una conversación con los cirujanos plásticos, me reuní con la enfermera de prótesis y decidí que perder más me daría un mejor resultado", continúa explicando a la BBC. Por todo ello, Hopper se sometió a una sola intervención, donde le amputaron las dos piernas por debajo de las rodillas.
Tras la operación Hopper padeció el 'miembro fantasma'
Al despertar de la operación, Hopper estaba desconcertado. "Pensé que no lo habían hecho. Fue muy extraño porque sentí que mis pies todavía estaban allí y que había una comunicación directa con las tibias de mis piernas", comentó.
Esta sensación tras las amputaciones está denominada como 'miembro fantasma', ya que el paciente siente que sus extremidades continúan ahí tras la operación, pero no es así. Esto ocurre porque el cerebro "no está diseñado para que le falten partes", explica el cirujano, por lo que aún es capaz de mover los dedos o sentir dolor en la zona.
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