Alerta por posibles retrocesos en derechos LGTBI en Europa y EEUU: "La llegada de Trump es la que ha impulsado esas políticas negacionistas"

Desde su vuelta a la Casa Blanca en 2025, la administración de Donald Trump ha aprobado una serie de cambios normativos que afectan directamente a la comunidad LGTBI. Estas decisiones han reactivado un debate tanto dentro como fuera de Estados Unidos sobre el alcance y la protección de los derechos adquiridos en las últimas décadas.

Entre las primeras medidas, el Ejecutivo firmó la orden Executive Order 14168, que redefine el sexo como "inmutable" en todos los documentos federales, eliminando la categoría de "género" en los registros administrativos. Esto implica, por ejemplo, la imposibilidad de obtener pasaportes con identificaciones no binarias, un derecho que había sido reconocido durante administraciones anteriores.

En paralelo, la administración promovió la orden "Protect Children from Chemical and Surgical Mutilation", que bloquea el acceso de menores trans a tratamientos médicos de afirmación de género financiados por fondos públicos o seguros federales. A ello se sumó una decisión del Tribunal Supremo estadounidense, que avaló leyes estatales como la de Tennessee, las cuales prohíben de forma explícita estos tratamientos para menores.

A nivel social, otro cambio significativo fue el cierre de la línea de asistencia específica para jóvenes LGTBI en crisis, gestionada por The Trevor Project dentro de la línea nacional de prevención del suicidio (opción 3 del teléfono 988). Esta decisión ha suscitado preocupación en organizaciones de salud mental que trabajan con jóvenes vulnerables.

Mientras estas medidas eran debatidas en Estados Unidos, algunos países europeos también han adoptado legislaciones que han generado controversia en el ámbito de los derechos LGTBI. En Hungría, por ejemplo, se mantiene vigente la conocida como "Ley de propaganda LGTBI", que prohíbe la difusión de contenidos sobre diversidad sexual en espacios accesibles a menores.

Polonia, aunque ha revertido algunas de sus denominadas "zonas libres de LGTBI" tras las presiones de la Unión Europea, continúa siendo vigilada por organismos internacionales ante posibles vulneraciones de derechos. En Reino Unido, el acceso a tratamientos médicos para menores trans ha sido objeto de intenso debate político y sanitario.

Diversas organizaciones, como ILGA-Europe, han advertido que estas medidas, tanto en Europa como en Estados Unidos, podrían poner en riesgo derechos fundamentales reconocidos previamente. La Unión Europea, por su parte, ha abierto procedimientos legales y ha aplicado sanciones en ciertos casos por considerar que algunas legislaciones nacionales contravienen los principios básicos de los derechos humanos.

Un punto de vista en primera persona

La percepción de quienes viven estas políticas en primera persona cobra especial relevancia. Anna Virginia, directora de Transeguralia, comparte cómo interpreta la situación actual desde su experiencia:

"Nos habíamos ido a 10 años-15 años atrás en ciertos ser derechos adquiridos", afirma, aludiendo a la sensación de que algunos avances logrados en el pasado podrían estar en peligro.

Para Anna, la dinámica política actual responde a una reacción frente al avance conseguido por los colectivos LGTBI en años anteriores: "La llegada de Trump es la que ha impulsado esas políticas negacionistas políticas de sexos y ese tipo de políticas, que son que han hecho un efecto rebote y llamada en otros países".

A pesar de lo que describe como retrocesos, mantiene una perspectiva de resistencia activa: "Siempre hemos tenido pasos atrás en otras políticas simplemente porque les da miedo... pero esto es imparable. Avanzaremos, igualmente más rápido, más despacio, pero avanzaremos".

Desde su experiencia personal, subraya la importancia de la acción constante: "Para mí es muy importante seguir con esta lucha de derechos, manifestaciones, etc. sobre todo a nivel político que es donde más daño pueden hacer. Se consigue con pequeñas cositas de forma muy seguida, ser muy constante".

Finalmente, recuerda que el desafío no es únicamente nacional, sino global: "Ahora mismo es seguir con nuestras políticas de derechos a nivel de España, aunque también lucharemos por políticas a nivel mundial, donde cada persona que se LGTBI pueda vivir en libertad y pueda ir totalmente libre, su amor y su propio sentimiento".

El debate sobre el impacto real que tienen estas medidas continúa abierto en los ámbitos jurídico, político y social.

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