Madeleine MacCannAntena 3 Noticias

Publicidad

Madeleine MacCann

72 horas para dar un vuelco en una investigación de 18 años y evitar que el sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann quede libre

En 18 años, las investigaciones sobre la desaparición de Madeleine McCann no han sido concluyentes, pero el tiempo se acaba y ahora todo parece posible.

Se acaba el tiempo. Mucha gente contiene la respiración. Unos porque se agarran a esta última pista como a un bote salvavidas para que el sospechoso oficial de la desaparición de Madeleine McCann no salga de prisión y otros porque ven precisamente que si en esta búsqueda no se logra nada, su libertad está al alcance de la mano.

18 años conviviendo con las suposiciones, con las culpas, con las pesadillas, con el dolor de no saber qué ocurrió. Madeleine McCann desapareció de un complejo vacacional de Praia da Luz en el Algarve portugués, el 3 de mayo de 2007 cuando tenía 3 años. Casi dos décadas después 'aún se le extraña mucho'.

Las vacaciones transcurrían como deben ser unas vacaciones, felices y tranquilas. Aquel 3 de mayo los niños se fueron a dormir a las habitaciones mientras los padres cenaban en uno de los bares del hotel. Se organizaban con un sistema de rotación de turnos para comprobar que los pequeños estaban bien. Cuando Kate McCann hizo la ronda comenzó la pesadilla: '¡Madeleine desapareció! ¡Alguien se la llevó!'. Este grito de alerta dio comienzo a lo que sigue siendo un caso sin resolver.

Al cumplirse los primeros 100 días las autoridades lusas admitían la posibilidad de que nunca encontrasen a la pequeña. Además se informó a los McCann de que el caso pasaba de ser un secuestro a una investigación por asesinato. Los propios padres fueron interrogados como sospechosos. Aunque siempre abierto, las investigaciones fueron adormeciéndose poco a poco hasta que en junio de 2020 los medios alemanes señalaron a un nuevo sospechoso, Christian Brueckner, un preso con un espeluznante historial de abuso infantil y tráfico de drogas.

Quién es Brueckner, el sospechoso oficial

La Fiscalía alemana de Braunschweig trabaja con la teoría de que Madeleine murió a manos de Brueckner, que cuenta con un amplio historial de crímenes por abusos sexuales y pederastia, algunos de ellos en Portugal. Aunque siempre ha negado su vinculación con el caso de Madeleine.

En abril de 2007 presuntamente acorraló a una niña alemana de entonces 10 años que se encontraba en la playa Salema, cerca de donde Madeleine desapareció apenas un mes después, y la habría obligado a realizar un acto sexual.

Entre los años 2000 y 2006 se le acusa también de presuntamente violar a dos mujeres desconocidas.

En junio de 2004 se le acusa de supuestamente acceder al apartamento de una joven de 20 años de nacionalidad irlandesa a través del balcón en Praia da Rocha. La habría violado a punta de cuchillo.

Sin embargo, un tribunal alemán lo absolvió de varios delitos al entender que no se le puede declarar culpable de tres violaciones y dos casos de abusos sexuales a menores en Portugal que habrían tenido lugar entre los años 2000 y 2017. La jueza declaró que 'las pruebas no han sido suficientes para condenar al acusado'.

Actualmente cumple prisión en Alemania por haber agredido sexualmente a una mujer de 72 en el Algarve, pero está previsto que su sentencia termine en septiembre, de ahí las prisas. Las autoridades alemanas consideran que hay una ventana limitada de tiempo para avanzar en el caso antes de que Brueckner pueda quedar en libertad.

Se busca bajo tierra

Salvo sorpresa este jueves finalizará esta nueva búsqueda. La zona de acción es 'vasta'. La policía emplea un georradar en varias hectáreas y los guardas portugueses en esta ocasión siguen las instrucciones de las autoridades alemanas. La policía portuguesa y alemana investigan también en una urbanización cercana a Praia da Luz donde el principal sospechoso vivió algún tiempo antes de la desaparición de Maddie, aunque no han trascendido detalles del motivo de la búsqueda.

La investigación incorpora por primera vez tecnología avanzada de radar de penetración terrestre. Este equipo es capaz de escanear hasta unos 4,5 metros bajo la superficie, permitiendo a los agentes identificar áreas de interés antes de excavar. La herramienta permite reducir el impacto sobre el terreno y priorizar los puntos donde exista una señal concreta. Es la primera gran búsqueda desde hace más de dos años, centrada en pozos, ruinas y tanques de almacenamiento de agua en 21 parcelas de tierra de propiedad privada que se cree que cubren alrededor de 120 acres.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com

Publicidad