Anticonceptivos comprimidos / Foto de archivo

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EN AMÉRICA LATINA HA AUMENTADO SU USO

225 millones de mujeres de países en desarrollo no utiliza ningún método anticonceptivo

La Organización Mundial de la Salud ha advertido que en el mundo unas 225 millones de mujeres en edad reproductivo no utilizan ningún método anticonceptivo moderno. Además publicaron que el 23,2 féminas entre 15 y 49 años de África tienen esta necesidad insatisfecha.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que unos 225 millones de mujeres de países en desarrollo no pueden retrasar su embarazo ni tiene opción para evitarlo, ya que no utiliza ningún método anticonceptivo. No obstante, el uso de anticonceptivos ha aumentado en muchas partes del mundo, especialmente en Asia y América Latina, pero sigue siendo baja en Africa subsahariana.

Según publica el organismo internacional en un nuevo boletín informativo, a nivel mundial el uso de anticonceptivos modernos ha aumentado ligeramente, del 54 por ciento en 1990 a 57,4 por ciento en 2014. Por tanto, "la necesidad insatisfecha de anticonceptivos sigue siendo demasiado alto".

Mientras, a nivel regional, la proporción de mujeres de entre 15 a 49 años que han informado del uso de un método anticonceptivo moderno se ha prácticamente estancado entre 2008 y 2014; en Africa que pasó de 23,6 a 27,6 por ciento; en Asia ha aumentado ligeramente del 60,9 al 61,6 por ciento, y en América Latina y el Caribe aumentó ligeramente del 66,7 al 67,0 por ciento.

En datos totales, el 23,2 por ciento de las mujeres en edad reproductiva en Africa tiene una necesidad insatisfecha de anticonceptivos modernos; en Asia y América Latina y el Caribe - regiones con relativamente alta prevalencia de anticonceptivos - los niveles de necesidad insatisfecha son 10,9 por ciento y 10,4 por ciento, respectivamente.

Las razones de esta situación son: la selección limitada de métodos; el limitado acceso a los métodos anticonceptivos, especialmente entre los jóvenes, los segmentos más pobres de la población, o personas solteras; el miedo o la experiencia de los efectos secundarios; la oposición cultural o religiosa; la mala calidad de los servicios disponibles; usuarios y proveedores de poca confianza y, finalmente, del género -si es una mujer la solicita la anticoncepción-.

La OMS apuesta por la promoción de la planificación familiar, entendiendo dentro de la misma que se debe garantizar el acceso a los métodos anticonceptivos. A su juicio, estas medidas son "esenciales para asegurar el bienestar y la autonomía de las mujeres", así como para prevenir los riesgos para la salud relacionados con el embarazo no deseado y "alcanzar el número deseado de hijos y determinar el espaciamiento de los embarazos".

"La capacidad de una mujer a elegir si quedarse embarazada y cuando quedarse embarazada tiene un impacto directo en su salud y bienestar. La planificación familiar permite el espaciamiento de los embarazos y puede retrasar el embarazo en las mujeres jóvenes con mayor riesgo de problemas de salud y muerte por maternidad temprana", advierte.

Asimismo, continua, "previene los embarazos no deseados, incluidos los de las mujeres mayores que se enfrentan a un aumento de los riesgos relacionados con el embarazo". En este sentido, recuerda que la evidencia sugiere que las mujeres que tienen más de 4 niños están en mayor riesgo de mortalidad materna.

Los otros beneficios de la planifiación familiar
La planificación familiar puede prevenir estrechamente la mortalidad infantil, ya que muchos embarazos o embarazos muy seguidos es un factor de riesgo de muerte y la mala salud del bebé; además, reduce el riesgo de embarazos no deseados en mujeres con el VIH, lo y en consecuencia un menor número de bebés infectados y huérfanos; además, los condones masculinos y femeninos ofrecen doble protección contra los embarazos no deseados y las ITS, incluido el VIH.


Por otro lado, "es una oportunidad para que las mujeres tengan estudio adicionales y puedan participar en la vida pública, incluyendo el empleo remunerado en organizaciones no familiares". Además, ayuda a tener familias más pequeñas lo que permite que los padres inviertan más en cada niño.

En las adolescentes reduce el riesgo de embarazos no deseados, la probabilidad de tener niños prematuros o de bajo peso al nacer. "Los bebés nacidos de adolescentes tienen mayores tasas de mortalidad neonatal. Muchas adolescentes que quedan embarazadas tienen que dejar la escuela. Esto tiene implicaciones a largo plazo para ellos como individuos, sus familias y comunidades", añade la OMS.

Además, la planificación familiar es "clave" para frenar el crecimiento insostenible de la población y los impactos negativos derivados en la economía y el medio ambiente.

Por tanto, apuesta por una planificación familiar que incorpore los métodos anticonceptivos, y pide ayuda a parteras y otros trabajadores de la salud capacitados para ayudar a cualquier persona que esa sexualmente activa, incluidos los adolescentes.

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