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LOS RETORNADOS, UN PELIGRO PARA LA SEGURIDAD

Un combatiente de Daesh: "Cuando América mata a los musulmanes es normal, cuando lo hacen los musulmanes les llaman terroristas"

La crisis de identidad impulsa a los más jóvenes a buscar respuestas en el islam más radical. El problema es que en vez de acudir a las mezquitas, consultan en internet, donde pueden acceder a material de personas radicalizadas que buscan captar nuevos combatientes. Es el caso de algunos ciudadanos españoles, que abandonan sus vidas para unirse a las filas de Daesh en Siria. Algunos permanecen allí, pero otros regresan a sus países de origen. Son los retornados, combatientes con experiencia que preocupan a los investigadores porque normalmente vuelven para planear o ejecutar una acción armada.

Desde que comenzara la guerra en Siria, 204 españoles han viajado para ponerse al servicio del califato. De los cuales, 30 ya han abandonado la zona de conflicto: 14 de ellos están en prisión, 9 se encuentran en territorio español controlados por las fuerzas de seguridad. Sin embargo, del resto no se conoce su paradero, lo que condiciona mucho la situación a la hora de su control, según asegura el jefe de Estrategia del Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo.

Son los retornados. Combatientes que han llegado a sus países de origen y que son prioridad en la lucha antiterrorista. La Interpol tiene detectados a 8.500 ciudadanos que un día decidieron combatir en las filas de Daesh.

Lo que más preocupa a los investigadores de los retornados es la experiencia adquirida en combate y consideran muy difícil imaginar que una de estas personas puede regresar a su país de origen y comportarse como un ciudadano normal.

El detenido más peligroso por el momento perteneciente a Daesh, es un vecino de Torrevieja que fue interceptado cuando retornaba de Siria. Un joven que por su aspecto e indumentaria parecía una persona totalmente integrada en la sociedad española.

Se trata de Abdeljalil, un joven que abandonó Alicante para servir al Daesh en 2014 y que meses más tarde ofrece una imagen que nada tiene que ver con su aspecto anterior, como se puede apreciar en las fotografías que comparte en las redes sociales, donde enseña su nueva vida a sus conocidos y familiares, dando a entender que es un miembro activo y combatiente de la lucha.

Los investigadores consideran que Abdeljalil no salió de Siria por voluntad propia, sino que este tipo de combatientes retorna a sus países por expreso mandato de sus organizaciones. Lo que lleva a pensar al Servicio de Información de la Guarida Civil que volvía a España para planificar o para cometer algún tipo de acción armada.

Abdeljalil se instaló en Torrevieja en el año 2010, donde trabajaba como albañil. Fue descubierto a raíz de una denuncia de su entorno más próximo, que intuyó que su desaparición se debía a laguna circunstancia extraña. De esta manera la Guardia Civil reconstruyó su viaje desde Alicante hasta Siria.

Antes de marcharse no se olvida de despedirse de sus amigos a través de las redes sociales con un mensaje en árabe: "No sufras mi ausencia, me voy a la tierra de la yihad".

"No sufras mi ausencia, me voy a la tierra de la yihad".

Una vez allí se pone a las órdenes de Abu Umar Al-Baljiki, que fue quien impartió las órdenes de regreso de Abdeljalil, con la intención de que planificara o cometiera una acción armada en Francia o en España. Abu Umar Al-Baljiki, 'el belga' en árabe, murió en un tiroteo cuando iba a ser detenido. Es considerado el responsable de los atentados de París de 2015, donde murieron asesinadas 137 personas.

Otro combatiente que tras pasar por España viajó hasta Siria es Hamza. Un joven que llegó desde Marruecos oculto en los bajos de un camión para probar suerte en Europa. En un vídeo recogido por los investigadores se presenta, con timidez, como alumno de un curso de pintura en un instituto de Barcelona. Un curso que nunca llegó a acabar. Lo dejó todo para irse a Siria a hacer la yihad con la compañía de Zacaría, su hermano mayor.

Durante los meses previos a su partida, los hermanos salían a entrenar cada mañana y se prepararon mínimo durante dos meses para poder dar ese paso, cuenta Anna Teixidor, autora del libro 'Combatientes en nombre de Alá'.

Los hermanos pasaron su adolescencia en Badalona, en un barrio donde nadie quiere hablar de su pasado. Se sabe de ellos que no eran demasiado religiosos, que bebían alcohol, salían con chicas y que les unía su pasión por el Barça, como se puede apreciar en una fotografía que ambos se tomaron en el Camp Nou una semana antes de que Hamza pusiera rumbo a Siria, meses antes de que lo hiciera su hermano mayor.

Ambos comienzan a luchar contra el Ejército sirio en las filas de Sharakat sham al Islam, una milicia próxima a Al Qaeda. Desde allí colgaban fotografías en las redes sociales con las que mandaban un mensaje a sus amigos. "Tenían que seguir su mismo ejemplo porque las imágenes que colgaban eran de combatientes, de defensores de una supuesta justicia", asegura Teixidor.

"Las imágenes que colgaban eran de combatientes, de defensores de una supuesta justicia"

Para Hamza, este ha sido un viaje sin retorno. Hace ocho meses, con 21 años, perdió la vida en combate. El joven llegó a tener tanto poder en su organización que un importante grupo yihadista le rindió homenaje en un vídeo presentándole como un mártir de Alá, donde destacan su lucha en primera línea de fuego y recuerdan su paso por España. "Él viajó a España para continuar sus estudios, pero tenía algo más que lo hacía diferente del resto de jóvenes. Sentía envidia y admiración por los musulmanes y por lo religioso", asegura un joven en una grabación.

"Sentía envidia y admiración por los musulmanes y por lo religioso"

Al final del vídeo su hermano asegura que "Alá quiso que alcanzara su lucha como mártir" y confiesa que "es muy duro vivir sin él". Zacaría sigue viviendo en Siria, donde está casado y tiene un hijo, al que desde pequeño le está enseñando a hacer el gesto del Tawhid, que significa que Alá es el único Dios.

El equipo de Retornados Del Desierto contactó con él a través de una red social y le preguntó por sus motivos para hacer la Yihad, a lo que Zacaría contestó que quiere "vivir combatiendo porque es el sueño de cualquiera de nosotros" y prosigue, "para defender a mi religión y a mis hermanos".

Zacaría llega incluso a defender los atentados en Occidente. Asegura que cuando "América mata a los musulmanes es normal, nadie habla, pero cuando lo hacen los musulmanes les llaman terroristas". El joven dice que no echa de menos su vida en Barcelona y bromea, "salvo el fútbol". "A veces veo los goles de la liga por YouTube", dice.

"Cuando América mata a los musulmanes es normal, pero cuando lo hacen los musulmanes les llaman terroristas"

Anna Teixidor conoce el entorno en el que se mueven muchos de estos jóvenes que entregan su vida a la yihad. Trabaja en la Televisión de Cataluña, una de las comunidades con más riesgo de radicalización dado que allí se concentra medio millón de musulmanes.

"Cuando hablas con un chico de la provincia de Barcelona que decide irse y te das cuenta de que hay un componente religioso, pero que no es lo único. Ves que hay cosas que han fallado de la integración", dice la escritora.

"Hay cosas que han fallado de la integración"

No hay un perfil único ni un motivo específico que mueva a estos chicos a hacer la yihad, pero es en estos barrios como el de Ca N'Anglada, de Terrasa, donde viven más de 17.000 inmigrantes magrebíes, de donde salen algunos de los combatientes que viajan a Siria.

Son barrios donde no hay integración con la población española y son muy cerrados. Del mencionado anteriormente salieron dos yihadistaspara unirse a las filas de Daesh. Uno de ellos era Taufik, un chico sin recursos cuyos conocidos dicen que era normal.

Normalmente, quienes viajan a Siria para hacer la Yihad son personas que pese a haber nacido y a haberse criado en España no se sienten integrados. "Yo llevó aquí 17 años, subo al metro y...", dice un inmigrante, que cuenta que es una situación inaguantable porque sufren rechazo.

Esta crisis de identidad impulsa a los jóvenes a buscar respuestas en el islam más radical. Youness El Younoussi, imán de la Mezquita Ali, asegura que el problema de estos jóvenes parte de la identidad. Esto les lleva a buscar una salida, pero al no tener mucha información sobre el Islam, consultan en Internet donde encuentra material de personas radicalizadas.

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