Reforma fiscal

La reforma fiscal reabre las diferencias de la coalición de Gobierno

Unidas Podemos ha presentado su 'Propuesta de reforma fiscal' incluyendo medidas para un aumento de la recaudación de 30.000 millones. En el PSOE creen que no era el mejor momento de airear las exigencias porque están esperando el informe de un comité de expertos para avanzar sus posiciones.

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Sonaba 'Money' de Pink Floyd, con su característico sonido de caja registradora. Era premonitorio, algo más que música de ambiente. Era 'tax the rich' (impuestos para los ricos) el lema elegido para la puesta de largo de un nuevo toque de atención de Unidas Podemos al PSOE. Era un acto para presentar la propuesta de reforma fiscal de la formación morada con un subtítulo teledirigido a Ferraz: "la reforma fiscal necesaria para cumplir con el acuerdo de coalición".

En ese acto las ministras de Podemos Ione Belarra e Irene Monteropedían un cambio en el modelo de recaudación delante del dirigente del Partido Laborista británico Jeremy Corbyn. "Que los ricos paguen lo que les toca de una vez por todas", defendía la titular de Asuntos Sociales y Agenda 2030. Y no se lo decían a los asistentes, o no solamente. Un 'sarao' que parecía organizado expresamente para marcar el camino y adelantarse a sus socios de coalición. Poner la primera piedra de uno de los que a buen seguro será uno de los debates de la segunda parte de la legislatura.

Ese acto, esa forma, no ha sentado bien en la parte socialista del Gobierno. María Jesús Montero, Ministra de Hacienda, no ha entrado a valorar el fondo de la cuestión pero ha calificado la irrupción de "inoportuna". "Lo lógico era esperar al documento de los expertos", insistía la Ministra, refiriéndose a un informe que estará en manos del Gobierno, como tarde, el próximo 28 de febrero elaborado por un grupo formado, sobre todo, por profesores universitarios expertos en materia tributaria.

Y esas palabras de Montero han tenido la réplica inmediata por parte de Ione Belarra ."Quiero recordar que somos un Gobierno de coalición y, por tanto, los dos socios tiene que poder participar en los debates centrales", ha reclamado Belarra. En definitiva, Podemos reclama peso en el ejecutivo y eso ponía de manifiesto con su propuesta, que además cuenta con el apoyo de socios fundamentales del Gobierno como ERC o EH Bildu, que estuvieron presentes en el acto de lanzamiento del plan.

Yolanda Díaz se desmarca

En el medio, como casi siempre, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. Se ha desmarcado del partido morado y ha pedido que no se "confunda" la propuesta "legítima" de Podemos sobre la reforma fiscal con la que aprobará el Gobierno, "liderada" por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Que la de la reforma fiscal iba a ser una batalla en 2022 era bastante previsible. Que lo fuera tan pronto y con la iniciativa de Unidas-Podemos, no tanto. Con las heridas sobre la reforma laboral aún medio abiertas, la polémica nos recuerda que el Gobierno está formado por dos partidos que de vez en cuando airean sus diferencias en público sin olvidar que la unidad, que no unión, del ejecutivo es una cuestión meramente temporal.

En el Gobierno todos están de acuerdo en una reforma fiscal y así lo pactaron en el acuerdo de coalición. Que aumentará la recaudación y los que más tienen aportarán más, parece claro. Ahora nos falta por ver los detalles concretos y cuánto daño hará esta nueva disputa en los próximos meses al estado de salud de la coalición.

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