La Audiencia de Barcelona ha reafirmado que los cuatro agentes de los Mossos d'Esquadra, condenados por torturar en 2006 a un detenido en la comisaría de Les Corts de Barcelona, deberán ingresar en prisión. Así rechaza sus solicitudes de suspensión provisional de la pena de prisión mientras el Gobierno no resuelve su nueva petición de indulto, según el auto.
Los agentes pretendían que la Sección Novena de la Audiencia de Barcelona suspendiese temporalmente la pena de cárcel mientras el Gobierno decide sobre su segunda petición de indulto, en la que piden se sustituya la pena de prisión por una multa y así los policías poder eludir el encarcelamiento.
En la primera solicitud de indulto los agentes consiguieron que el Gobierno redujese la pena de tres a dos años de cárcel con lo que al no tener antecedentes podrían evitar la prisión, pero la Audiencia de Barcelona obligó a que ingresasen pese a que la pena no es superior a dos años.
Ahora, los jueces han desestimado la petición de suspensión provisional y cargan duramente contra los agentes por utilizar en el segundo indulto los mismos argumentos que en el primero "sin ninguna circunstancia nueva", que el Gobierno ya resolvió con el indulto parcial de la rebaja de pena de cárcel.
El Tribunal cree que con esta actitud los agentes están "burlando las decisiones judiciales. Una suerte de fraude de ley o abuso de derecho", según el auto.
"El indulto, por su naturaleza y excepcionalidad, no puede ser utilizado al antojo y cuantas veces considere el afectado por la pena, que pretende de aquel modo individualizarlo a su capricho y mejor acomodo", explican los jueces en el escrito.
Los cuatro agentes de los Mossos fueron condenados por torturas en la comisaría de Les Corts de Barcelona a un ciudadano rumano al que habían detenido por error en 2006, y si entran en prisión, sería la primera vez que esto ocurre para un agente de la policía catalana.
Se trata de los policías autonómicos Manuel F., Joan S., Jordi P. y Fernando C., a los que el Gobierno indultó parcialmente en febrero, cuando conmutó todas las penas impuestas por una única de dos años de cárcel y suspensión de sus cargos.
El consejero de Interior de la Generalitat, Felip Puig, ha dado en todo momento apoyo institucional a los agentes que llevan dos años inhabilitados: "Mientras haya posibilidad de obtener un nuevo indulto lo intentaremos hasta el final", ha dicho.
