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MOVILIZACIONES ESTUDIANTILES

Partidos y sindicatos intercambian críticas tras las revueltas en Barcelona

Los disturbios de las últimas horas han provocado una reacción inmediata en el ámbito político. El presidente catalán cree que se han sobrepasado los límites. El ministro de Justicia considera que los disturbios alejan inversiones. Y PP y PSOE se han enzarzado en un debate sobre las movilizaciones.

Para el Gobierno catalán el vandalismo de este miércoles es obra de un grupo de violentos profesionales. Por eso exigen a los estudiantes que aíslen a los radicales. Dicen que estos incidentes perjudican la imagen del país y el derecho a manifestarse. El presidente Artur Mas asegura  que se han sobrepasado los límites.

Mientras los sindicatos se desmarcan de los disturbios. Insisten en que nada tienen que ver con las protestas que estaban convocadas.

Cándido Méndez ha dicho que se trata de “un tema al margen que se puede producir en esta manifestación o después de un acontecimiento deportivo”.

Para el Partido Popular que las protestas son legítimas pero denuncian que detrás está el PSOE. “Hay una estrategia del Partido Socialista con el ánimo de, ocupando las calles, crear un clima de conflictividad social que disimula el rotundo fracaso electoral del señor Rubalcaba y la minoría que tienen en el Congreso”.

Rubalcaba le responde y asegura que “el problema no es la violencia” sino que “es que haya alguien que quiera relacionar al PSOE con la violencia”.

Desde el Gobierno, el ministro de Justicia, en una entrevista en Onda Cero, asegura que las consecuencias de los disturbios son muy negativas y ha recalcado en el hecho de que han hecho mucho daño porque “probablemente hayan costado muchos puestos de trabajo”.

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