Mariano Rajoy cree saber lo que necesita el PP para afrontar el difícil reto de los próximos comicios generales y, convencido de que Pablo Casado lo reúne en grandes dosis, hoy le ha elevado al cargo de vicesecretario general de Comunicación.
Es un escalón más, el más importante hasta ahora, en la carrera política de quien en los últimos meses se ha convertido en uno de los principales dirigentes que defienden los postulados del PP en tertulias, mensajes de Twitter, entrevistas, ruedas de prensa...
Toda esa labor, reforzada desde que fue designado portavoz del PP para la campaña de las elecciones municipales del pasado 24 de mayo, es la que ha hecho que este palentino de 34 años y que atesora ya un largo currículum político, sume a partir de hoy un cargo de tanta responsabilidad como el de vicesecretario de Comunicación.
Abogado y economista, actual diputado por Ávila y expresidente de Nuevas Generaciones de Madrid durante ocho años, se ha convertido en la cara más amable, joven y mediática del PP para propagar su mensaje. En un partido que tiene pocos jóvenes en su dirección y que está viendo cómo en los últimos días muchos de sus históricos son desalojados del poder y dan un paso atrás, Pablo Casado representa renovación generacional y supone un envite contra otras formaciones repletas de dirigentes noveles.
En muchas de sus declaraciones ha venido defendiendo la mezcla de experiencia y juventud para que el PP mantenga y recupere la confianza de los electores, pero a la hora de opinar sobre cuál es el mejor perfil como candidato del partido para las elecciones generales, no duda: el que representa Mariano Rajoy.
Lo dice alguien que ha trabajado muy de cerca con un referente del PP como José María Aznar porque fue su director de gabinete entre 2009 y 2012, un periodo en el que ha asegurado en repetidas ocasiones que aprendió mucho del expresidente. Esa cercanía ha llevado a considerarle un delfín de quien fuera ocho años inquilino del Palacio de la Moncloa, circunstancia que no ha lastrado en absoluto su ascenso en el partido como lo demuestra el nombramiento de hoy.
Su biografía, que le liga también a Esperanza Aguirre ya que fue diputado en la Asamblea de Madrid entre 2007 y 2009, recuerda que completó su formación en Harvard y Georgetown, que está casado y que tiene dos hijos. Una de las mayores alegrías de su vida después de meses de preocupación fue ver como su hijo Pablo superaba las complicaciones de haber nacido a las 25 semanas de gestación y pesando sólo 700 gramos.
Fue sin duda un motivo para que aflorara la sonrisa fácil del nuevo vicesecretario del PP, de trato afable con los periodistas y que ha protagonizado intensas batallas televisivas en tertulias contra adversarios políticos como su tocayo Pablo Iglesias.
Pero no ha faltado quien ha arremetido contra él por intervenciones de años atrás en las que aseguraba que en el siglo XXI no puede estar de moda ser de izquierdas y estar "todos los días con la guerra del abuelo, la memoria histórica".
Rajoy entiende que puede ser un acicate para que el PP logre el voto de los jóvenes españoles, esos jóvenes que Casado ha dicho en más de una ocasión que son del Partido Popular aunque no lo sepan porque esta fuerza política representa un proyecto inconformista, reformista y liberal. Un partido en el que Casado parece que puede tener mucho más que decir y decidir en el futuro.