Los manifestantes que recorrieron el 19J las calles de Valencia se han concentrado ante la casa de la alcaldesa, Rita Barberá, y han proferido "ofensas y barbaridades", según ha señalado la primera edil, que ha llamado al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para quejarse de la situación.
La alcaldesa de Valencia ha criticado que la manifestación se haya dirigido hacia su persona y ha asegurado que no se puede consentir que un grupo de manifestantes haga una sentada ante su puerta y megáfono en mano le insulte y le diga "barbaridades".
Barberá ha explicado que ha intentado ponerse en contacto con la delegada del Gobierno, Ana Botella, para expresarle su queja, pero al no poder contactar con ella ha decidido llamar directamente a Rubalcaba para trasladarle la situación. Según la alcaldesa, Rubalcaba ha atendido la llamada "con toda la cortesía" y ha asegurado que analizaría lo ocurrido.
Barberá considera "lamentable" la postura de los 'indignados'
Los manifestantes, en lugar de hacer el itinerario habitual y pasar ante la audiencia, han discurrido por la calle de la alcaldesa, al otro lado del Parterre, y han decidido hacer una concentración ante su puerta para proferir insultos contra su persona, lo que Barberá, ha considerado "lamentable".
A su parecer, es una "sin vergonzonada intolerable" que los manifestantes se paren, se sienten y utilicen el megáfono para ofender e insultar. "Estos de pacíficos no tienen nada", ha señalado Barberá, quien ha calificado de "extrema izquierda" al grupo que se ha parado ante su puerta.
Según la alcaldesa, no se puede consentir una protesta de este tipo a un representante democráticamente elegido en las urnas y una semana después de haber tomado posesión.