Unión Europea

España se juega esta semana el éxito de la presidencia de la UE

Estamos en la última semana hábil de la presidencia española. Son días clave porque todavía se trabaja intensamente para cerrar dos de los expedientes más complejos e importantes de los próximos años: el esperado pacto migratorio y las nuevas reglas fiscales de déficit y deuda. Sin estos dos acuerdos, no se podrá decir que la presidencia ha sido un éxito.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece ante el Parlamento Europeo, a 13 de diciembre de 2023

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece ante el Parlamento Europeo, a 13 de diciembre de 2023Europa Press

Publicidad

Los halagos en público de las autoridades comunitarias resumen el potente balance del semestre español. "Es impresionante lo que se ha logrado en las últimas semanas y meses. Aunque todavía quedan algunos temas difíciles en la agenda", aseguró el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en comparecencia de prensa junto a Pedro Sánchez el pasado viernes. "La delegación española ha trabajado sin descanso durante este tiempo y ese compromiso nos ha llevado a aprobar un amplio número de dosieres clave", añadía la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Estamos ya en la última semana hábil de la presidencia española y el equipo diplomático de nuestro país no se conforma con los más de 50 acuerdos políticos aprobados. Quieren más. Sobre todo porque son conscientes de que el éxito de la presidencia depende de dos de los expedientes más complejos e importantes de los próximos años. El mandato español no habrá sido un triunfo completo si no se consigue cerrar el gran pacto migratorio y la renovación de las reglas fiscales sobre déficit y deuda.

Un reto que se afronta "con mucha responsabilidad", nos dicen desde la delegación española, a pesar de que el balance ya es importante. En las últimas semanas se han conseguido pactar otras leyes que serán determinantes en los próximos años. La más llamativa ha sido la legislación sobre inteligencia artificial, la primera norma de este tipo aprobada en el mundo. Un texto que costó casi 40 horas de reunión -con una noche entera sin dormir- y que buscar marcar un patrón de cara a otros países que quieran legislar sobre la IA en el planeta.

España, además, presume de haber aprobado la ley de materias primas fundamentales o la reforma del mercado eléctrico, impulsada por nuestro país poco después de la invasión de Ucrania, cuando los precios de la energía explotaron en la Unión Europea.

Pacto migratorio

Este lunes 18 de diciembre, se han encerrado en una sala los equipos negociadores encargados de temas migratorios. Están preparados para dormir pocas horas esta semana. No se han marcado una hora de final de la reunión y ya asumen que la madrugada será larga. "El esfuerzo merece la pena", aseguran.

Uno de los más empeñados es el español Juan Fernando López Aguilar: "Estamos muy cerca. Tenemos la determinación de sacarlo adelante antes de que termine la presidencia española, es la última oportunidad, ya que, más allá de este año, la UE estará más centrada en la campaña electoral", señalaba el eurodiputado del PSOE.

La Comisaria Europea de Interior también ha confirmado que "nunca jamás hemos estado tan cerca de un acuerdo como ahora". Lo dice sabiendo que la gestión migratoria es uno de los temas que más han dividido a los países europeos en la última década. El Pacto lleva pendiente desde la turbulenta crisis de refugiados sirios que llegaron en masa a Europa en 2015. Esa crisis enfrentó violentamente a los socios comunitarios y dejó fuertes cicatrices entre algunos de ellos. Hungría y Polonia siempre se negaron a que Bruselas estableciera cuotas obligatorias de reubicación de inmigrantes, mientras que los países de primera línea exigían solidaridad al resto.

Actualmente, se han producido avances, pero todavía se mantienen distantes algunas posiciones. Los países mediterráneos piden un equilibrio de la carga y una solidaridad efectiva del resto, ya que ellos son estados de primera línea. Los nórdicos están muy preocupados con los movimientos secundarios, quieren que haya un control riguroso en países de primera llegada y que no haya movimientos secundarios sin control efectivo.

El mayor consenso ahora mismo está en que todos quieren que haya un mayor control de las fronteras exteriores y un registro adecuado de todo el que llegue. Esta vez no habrá reubicaciones obligatorias por cuotas. En cambio, se apuesta por la "solidaridad flexible", es decir, o recibes migrantes o ese gobierno deberá pagar una cantidad fija de dinero por cada uno que rechaces acoger.

Los retornos son otra de las patas importantes de este pacto migratorio. Se busca agilizar los regresos, que no haya vacíos entre la denegación del asilo y el comienzo del expediente de retorno.

"Queremos tener una visión completa e integrada de todo el proceso. No es tanto endurecer la gestión migratoria, sino ser más eficientes. Tener una visión completa y más herramientas efectivas para saber y tener controlado a todo aquel que entre en la UE de manera irregular", nos cuenta una de las negociadoras de la presidencia española.

Reglas fiscales

La renovación de las reglas fiscales es uno de los expedientes que más prisa corre, ya que se busca que entre en vigor a principios de 2024, cuando volverán a estar operativas las reglas que fijan umbrales máximos de déficit y de deuda para los países. Estas normas han estado suspendidas durante los últimos años, primero por la pandemia y luego por la guerra en Ucrania.

Los ministros de Finanzas de los 27 se han citado el miércoles 20 de diciembre por videoconferencia. Confían en poder cerrar el acuerdo sin tener que acudir en persona a Bruselas. La semana pasada ya hicieron parte del trabajo en una larguísima cena que convocó la ministra Nadia Calviño, que actualmente preside el ECOFIN. El encuentro terminó a las 3 de la madrugada, después de 8 horas de negociación. "El acuerdo está muy cerca", nos aseguran fuentes de la negociación, con el objetivo de que los ministros lo puedan ratificar en la videoconferencia del miércoles.

El punto más optimista responde a que Francia y Alemania -los dos buques imprescindibles para que se llegue a un pacto- ya se han puesto de acuerdo en cómo serán las salvaguardas del déficit y la deuda. "Es un avance que realmente aprecio, es muy importante", reconocía el ministro de Economía alemán, Christian Lindner. Por su parte, su colega galo, Bruno Le Maire, iba más allá y decía que "el acuerdo está cerrado entre un 92% y un 95%".

Momento político

Los equipos negociadores asumen esta semana la máxima presión, ya que todos saben en Bruselas que el primer semestre de 2024 será inhábil, legislativamente hablando.

La razón es que el próximo mes de junio se celebran elecciones europeas en todo el continente, se disuelve el Parlamento y todo lo que no haya sido aprobado durante la presidencia española quedará en un limbo legal que tendrá que retomar la siguiente eurocámara que salga de las urnas. Pero para eso queda mucho tiempo y, por tanto, se habrá perdido el impulso político actual. Es imprescindible apretar ahora, para que los temas importantes no queden aparcados en un cajón.

Publicidad