El presidente de Vox en León, Carlos Portomeñe, ha sido cesado por la dirección nacional de la formación tras desvelarse su conexión con la Fundación Francisco Franco, de la que, supuestamente, habría recibido fondos, ha informado este lunes el secretario provincial de ese partido entre 2017 y 2019, José Carlos Rúa.
El propio Rúa, que fue presidente de Vox en León entre 2014 y 2016, fue cesado el pasado febrero, en este caso por desavenencias con la dirección nacional y ahora, además, ha decidido abandonar la formación por "la deriva inadmisible que está tomando el partido, más preocupado de revivir el pasado que de mirar al futuro", según ha explicado.
En unas conversaciones grabadas, Portomeñe habla por teléfono con su entonces secretario general provincial, José Carlos Rúa, al que le trasmite que tiene "buenas noticias" para el partido.
Así, Portomeñe asegura haberse reunido con el portavoz y patrono de la Fundación Francisco Franco, Jaime Alonso, para tratar el tema de la financiación de Vox. "He recibido la llamada del millón, me ha llamado Jaime Alonso, de la Fundación Francisco Franco, que es natural de León. Hemos quedado y me ha dicho que está con nosotros absolutamente y que nos va ayudar", señala Portomeñe a su subordinado, al que a continuación pide discreción sobre el asunto.
Además, le informa de que Alonso "es un tío con línea directa con el partido en Madrid" que "habla tres veces al día con Abascal", y recalca: "Alonso nos va ayudar económicamente y no estoy dispuesto a renunciar a esas ayudas". Rúa ha confirmado que esa conversación tuvo lugar en octubre y ha advertido de que "todo se hizo con el conocimiento de la dirección nacional del partido".
El pasado febrero, el propio Rúa fue cesado como secretario provincial y este lunes ha hecho pública una carta de renuncia como militante. "En León, la película es digna de un guión de capítulo de 'Juego de Tronos', donde las distintas 'familias' se matan por un puesto, pero que nadie está dispuesto a trabajarlo", ha denunciado en la carta. Rúa ha advertido de que mientras estaban preocupados "en proteger las ventanas, el presidente provincial, como ejecutor de las órdenes de parte de la Presidencia y Secretaría General, abría la puerta de par en par para que los extremistas, rancios y rebotados se colaran en el partido".
"El objetivo de estos grupúsculos que han infectado el partido como un virus no es otro del que no haya cambio para no perder el 'negocio' que tiene montado en nuestra provincia", ha afirmado. "Santiago Abascal decía que prefirió dejar el PP para no cambiar de ideales y es algo que yo tengo claro. El Vox de 2019 no es el que me vendieron y eso me obliga a ser coherente y dejar la formación. Cuando el árbol está ya muy torcido, quizás la única solución es cortarlo", ha concluido.