Congreso Diputados

Las lenguas cooficiales como el catalán, gallego y vasco podrán hablarse en el Congreso desde próxima semana

No hay límite para el uso de las lenguas quien quiera expresarse en aragonés, aranés o asturiano podrá hacerlo, aunque será el propio diputado o diputada quien se traduzca.

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La reforma del Reglamento del Congreso para permitir el uso de las lenguas cooficiales está en puertas de ser debatida y votada. La Mesa del Congreso, con el voto en contra del PP, ha tomado la decisión de que las lenguas cooficiales puedan utilizarse en el hemiciclo ya desde el próximo martes, incluso antes de que se apruebe la reforma del Reglamento del Congreso que se registró con este objetivo.

La norma será debatida en tramitación directa y en lectura única, por lo que podría ser aprobada de manera exprés el jueves sin necesidad de que pase por la Comisión de Reglamento ya que la iniciativa cuenta con la mayoría suficiente para ser admitida. Hay que recordar que la iniciativa parlamentaria fue presentada hace apenas una semana.

La Mesa del Congreso, con la oposición del PP, ha avalado que se puedan usar estas lenguas cooficiales desde el pleno del 19 de septiembre. De forma que quienes quieran utilizar el catalán, euskera o gallego en el pleno de investidura de Alberto Núñez Feijóo del próximo 26 y 27 de septiembre podrán hacerlo.

El Congreso de los Diputados deberá disponer desde la próxima sesión plenaria de los servicios de traducción e interpretación para que las intervenciones puedan ser entendidas no sólo por los diputados que no hablan esas lenguas, también por todos los españoles que tampoco lo hacen. En un principio esa tarea va a ser encomendada los servicios de traducción del Senado. También, se hará uso de los dispositivos de los que ya dispone el Congreso, como auriculares, con la finalidad de que “todos puedan hablar en las lenguas reconocidas por los estatutos y que todo el mundo pueda entenderlo”, agregan estas fuentes.

En el plazo de seis meses la Cámara debería contar con los medios necesarios para tramitar los escritos presentados en alguna lengua oficial distinta al castellano. Es el plazo que da la propia ley para contar con ello. Un tiempo en el que los diputados deberán adjuntar su propia traducción al idioma común de todos los españoles

El PP se opone al uso del resto de lenguas diferentes al castellano desde el próximo pleno al entender que contradice la propia reforma del Reglamento.

Informe favorable de los letrados del Congreso, pero con advertencia

La norma cuenta con el informe favorable de los letrados del Congreso. Aunque advierten de que la reforma afecta de manera a todos los procedimientos tramitados en el Congreso, así como a todos los plazos reglamentarios es decir al funcionamiento de la Cámara por completo. De forma que ven imprescindible replantear los procedimientos parlamentarios, así mismo debe quedar asegurada la comprensión del discurso que se pronuncia en una lengua distinta del castellano.

Los letrados del Congreso avisan de que esta norma es "muy difícil" aplicarla en el corto plazo puesto que la reforma planteada afecta al "entero funcionamiento de la Cámara". Según su escrito, al que ha tenido acceso 'EFE' y la propuesta reconoce a los diputados utilizar "sin limitaciones" el catalán, el vasco o el gallego, "lo cual resulta de muy difícil, si no imposible (...) al menos de forma inmediata o a corto plazo".

Además, añaden que se debe asegurar la comprensión de los discursos y de los debates.

Vox cree que es "borrar" el español

Uno de los partidos políticos más críticos con la norma es Vox. La portavoz en el Congreso, Pepa Millán ha asegurado que la implantación del uso de las lenguas cooficiales en el Congreso es "borrar" el español y "escenificar la división entre españoles", recoge 'Europa Press'.

"Si vas borrando la lengua común como se va a hacer en el hemiciclo la vas borrando en España", expresaba mientras aludía a que el español es "la lengua común" en España. "Más allá de que esto pueda parecer un mero capricho de los golpistas y más allá del evidente coste económico, el fin es profundizar en la división entre españoles", añadía.

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