Elecciones
Así ha variado el poder territorial del PSOE en España desde que Pedro Sánchez cogió las riendas
Pedro Sánchez concurrió por primera vez como candidato del PSOE a unas elecciones generales en 2015, y desde entonces esta ha sido la tendencia del partido.
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Lejos quedan esas mayorías absolutas que PSOE y PP firmaban durante el 'bipartidismo'. Obviamente, cuantos más comensales hay a la mesa las porciones de tarta son más pequeñas, pero con la resaca de las elecciones gallegas en mente no solo hay que señalar a la irrupción de los nuevos partidos para entender por qué los socialistas se han hundido en Galicia tocando suelo en esta autonomía y los populares, pese a ser los ganadores de la noche, pierden dos representantes en un feudo tradicional para esta formación. ¿Qué ocurrió en las urnas este 18F y cómo se extrapola a la lectura nacional?
Analizamos al por menor la evolución de los socialistas en los comicios de los últimos años y esto es lo que observamos. No sabía José Luis Rodríguez Zapatero en 2008 que los resultados que cosechó en aquellas elecciones parecen hoy imposibles de repetir, no solo para los suyos, sino para cualquier candidato. Logró el PSOE ese año 11.289.335 de votos que se tradujeron en 169 escaños. En segunda posición el PP con 154 asientos. Pese a las promesas de "pleno empleo" durante esta segunda legislatura de Zapatero lo cierto fue que el entonces presidente tuvo que adelantar las elecciones por la durísima crisis en la que el país se vio inmersa.
En 2011 hubo vuelco electoral en España y si el mapa era mayoritariamente rojo hasta la fecha el azul del PP lo tiñó todo. Con Mariano Rajoy a la cabeza, el PP cosechó una rotunda absoluta con 186 escaños y un 44,63% de los votos frente al Partido Socialista que con Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato, obtuvo 110 escaños y un 28,76 % de los votos. Estas serían los últimos comicios del bipartidismo, la señal de alerta la daba IU que recuperó entonces el grupo parlamentario con 11 representantes y el ya desaparecido UPyD que tuvo 5 escaños.
El malestar con la situación de crisis que vivía el país fue el caldo de cultivo perfecto para la floración de dos nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos.
Sánchez coge las riendas del PSOE
Con un PSOE en horas bajas, Pedro Sánchez llegó a la Secretaría General del PSOE en 2014 al ganar las primarias con el 48,63% de las papeletas frente al 36,15% de apoyo que obtuvo Eduardo Madina y el 15,26% que tuvo José Antonio Pérez Tapias.
Sánchez concurrió a sus primeras elecciones generales como candidato en 2015 y perdió. El PP con 123 escaños fue la fuerza política más votada, con un PSOE con 90 representantes en segunda posición y un exultante Podemos en tercer puesto con 69 diputados seguido de Ciudadanos con 40. La 'nueva política' reventó el tablero tradicional. Los números no sumaban ni para lo que hoy conocemos como bloque de derechas ni para el de izquierdas. El país se vio convocado a una repetición electoral y esta segunda vuelta solo tuvo un beneficiado, el PP que apelando al 'voto útil' pasó de 123 a 137 escaños y obtuvo 700.000 papeletas más.
El PSOE perdió 100.000 votos, 5 escaños y sufrió un terremoto interno que le costó el cargo a su líder, Pedro Sánchez. Fue entonces cuando el PP de Mariano Rajoy pidió una "abstención técnica" al PSOE, algunos diputados cedieron pero Pedro Sánchez se enfundó en el 'no es no' hasta verse forzado a dimitir y a renunciar a su acta.
Comenzó ahí la leyenda de resistencia que hay forjada en torno a la figura de Pedro Sánchez. En 2017 ganó las primarias a Susana Díaz y recuperó el puesto de Secretario General arrancando la capitanía de un nuevo PSOE. Un año después una moción de censura llevaba al líder de los socialistas a Moncloa, pero no sería hasta 2019 cuando ganó en las urnas.
Una década le costó a los socialistas remontar su suelo histórico, el de 2016. Ganó este año las elecciones con casi 7,48 millones de votos, que se traducirán en 123 escaños, muy lejos eso sí, de las que alcanzaban los socialistas antes de la irrupción de Podemos y Ciudadanos. Ese año el PSOE conseguía situarse como primera fuerza política en todas las CCAA excepto en Cataluña, País Vasco, Navarra, y la Ciudad Autónoma de Melilla.
Un año después se celebraron elecciones autonómicas y entonces el mapa se tiñó más de rojo que de azul aunque con matices. Un total de 9 Ejecutivos quedaron en manos socialistas y 5 de ellos en las del PP, aunque bien es cierto que en esa tonalidad colorada solo en 3 el PSOE lograba el poder en solitario, mientras que los populares solo en Galicia.
Esta situación volvió a cambiar en 2023, año en el que todas las CCAA concurrieron a las urnas excepto País Vasco, Galicia, Cataluña, Andalucía y Castilla y León. El Partido Socialista Obrero Español pasó de gobernar en 9 territorios a hacerlo únicamente en Asturias, Castilla-La Mancha y Navarra. El Partido Popular, por su parte, se hizo con ocho de 12 comunidades, más Ceuta y Melilla.
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