Guerra Rusia Ucrania

Alemania toma el control de la filial de la empresa rusa Gazprom en territorio alemán

Berlín toma el control de la filial alemana de la empresa gasística Gazprom después de que Rusia anunciase que se desprende de ella

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La agencia gubernamental alemana que supervisa las redes eléctricas (Bundesnetzagentur) ha asumido este lunes de manera provisional y como entidad fiduciaria el control de la filial alemana de Gazprom después de que la matriz rusa anunciase que se desprendería de ella. Así lo ha anunciado este lunes el ministro de Economía y vicecanciller, Robert Habeck, quien ha indicado que el paso era necesario para garantizar el suministro.

Alemania mantuvo al comienzo de la guerra en Ucrania un perfil bajo como consecuencia de su dependencia del gas ruso y por su reciente acuerdo con Moscú en torno al gasoducto Nord Stream 2

Pero ahora la situación es muy diferente. Así, Habeck ha justificado el paso tomado por el Gobierno alemán con la "falta de claridad jurídica" sobre la situación de la empresa y con el hecho de que la matriz rusa no había cumplido normas de transparencia tras anunciar que se desprendería de la filial.

Impedir la expropiación del Estado alemán

Según informaciones de la revista 'Der Spiegel', Gazprom había procurado en días pasados traspasar Gazprom Alemania a una sociedad con sede en San Petersburgo, lo que ha sido interpretado como un intento del Kremlin de impedir una expropiación por parte del Estado alemán.

Habeck ha señalado que uno de los problemas es que no estaba claro quiénes debían ser los nuevos propietarios de Gazprom Alemania. Gazprom Alemania tiene un papel clave en el mercado de gas en en el país tanto en el almacenamiento como en el comercio y el transporte.

El Gobierno alemán tenía la sospecha de que Gazprom Alemania estaba usando tácticamente sus capacidades de almacenamiento para hacer más dramática la crisis del precio del gas en Alemania y, por extensión, en el resto de Europa, donde el valor económico de este combustible se ha debocado a lo largo de los últimos meses pero, sobre todo, desde el inicio de la guerra.

La empresa, al igual que la petrolera estatal rusa Rosneft, no está directamente afectada por las sanciones económicas, pero tiene problemas de cara a nuevos contratos.

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