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Las multinacionales invierten para vender más ropa barata

La alta costura se apunta al 'low cost'

El crecimiento de las empresas de moda "low cost" es imparable, y la batalla por liderar el sector se libra en puntos estratégicos de las ciudades. Dos de esas marcas han logrado colapsar la Gran Vía de Madrid. Hoy ha sido una firma sueca, con prendas de un diseñador francés. Los hay que han esperado hasta tres días en la calle para entrar. Y sólo tenían diez minutos para hacer su compra.

Se ha convertido en una batalla. Vender, vender y vender. Y el mejor reclamo siempre es el precio. Hace 15 años que desembarcó en Europa el low cost y desde entonces, las ofertas y gangas están por todos los rincones. Hasta la alta costura se apunta a esta maratón.

Hay quien guarda colas de dos días para conseguir alguna prenda de una colección exclusiva francesa. Vestidos de unos 15 mil euros a 500. Sin empujones.

Todo bien organizado. Pulseras para entrar y sólo diez minutos para comprar. El low cost quiere captar nuevos compradores con más poder adquisitivo. Por eso, las multinacionales invierten para conseguir más espacio,  la mejor imagen y el mejor lugar. Y es que nadie se quiere quedar atrás en este mundo de la ropa barata, que se está convirtiendo en un negocio boyante.

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