Aventura

El reto de Karim El Hayani: quiere correr descalzo los 250 km del Marathon des Sables

Los pies de Karim El Hayani son auténticos todoterrenos: tras batir el récord del mundo de media maratón sobre hielo y nieve, ahora se va al desierto a por los 250 kilómetros del Maratón de Las Arenas.

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Karim El Hayani va a disputar la nueva edición del Marathon des Sables, tal vez la carrera de aventura más dura del mundo. Se disputará en Marruecos del 27 de marzo al 1 de abril; organizada por el francés Patrick Bauer, es sin duda toda una institución si hablamos de carreras en el desierto.

Va a ser la primera vez que Karim El Hayani participe en la misma, cumpliendo así un sueño. Pero es que además el atleta se ha propuesto completar los 250 kilómetros descalzo. El Hayani ya ha ganado la Javelina Jundred 100km del 2015 y la Coldwater Rumble 50km en 2017... las dos, claro, descalzo.

"Correr descalzo para mí es algo natural, es como más a gusto me siento", explica. Corre así porque cuando era pequeño no tenía dinero para poder comprarse un calzado.

Llegó a España en los bajos de un camión

Unos éxitos aún más increíbles si tenemos en cuenta su llegada a España en los bajos de un camión a los 12 años. Ahora recorre el mundo descalzo. De hecho, también consiguió el año pasado el récord mundial de media maratón sobre hielo y nieve.

Lo hizo en el frío invierno canadiense, más concretamente el idílico paraje de Lake Louise en el Parque Nacional Banff: "Me sentía bien sin ningún problema de bajo cero. Muchos profesionales piensan que tengo muchos callos, pero tengo unos pies súper duros y no tengo nada de eso".

En España empezó a correr. "Me llamaron de un club de atletismo y me dijeron 'tienes mucho talento, vales para esto'", dice sobre sus inicios. "Me he quitado las zapatillas y he sentido una libertad, un bienestar conmigo mismo", añade.

Ahora, el Maratón de Las Arenas, de Karim El Hayani tendrá también una vertiente solidaria a favor de Aldeas Infantiles SOS, ONG con la que el corredor colabora desde hace años. Un objetivo que será "muy duro", según explica, "más que correr en la nieve".

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