El Movistar Inter celebra un gol

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MOVISTAR 4-2 FC BARCELONA

El Movistar Inter se acerca al título de Liga por un autogol absurdo del Barcelona

El Movistar Inter se acerca al título de Liga de fútbol sala después de derrotar por 4-2 al Barcelona en un partido en el que todo quedó visto para sentencia por un autogol impropio para un equipo de la entidad del azulgrana.

Un gol absurdo a seis minutos del final, impensable en un duelo de tan altísimo nivel, penalizó con la derrota al Barcelona y regaló al Movistar Inter el segundo partido de la eliminatoria por el título de la Liga, ya a un paso del equipo madrileño, a una victoria más de ser campeón por quinto año seguido.

El desenlace del encuentro se resumió en esa jugada, que desniveló un enfrentamiento de nuevo competido, equilibrado, marcado por un detalle al que el Barcelona, Aicardo y Paco Sedano le darán muchas vueltas durante horas, posiblemente hasta el próximo jueves, cuando se juegue el tercer asalto de la serie en el Palau Blaugrana.

A seis minutos del final, con 1-1 en el marcador, la posesión era del Barcelona. La puso en juego Paco Sedano hacia Aicardo, que controló y condujo la pelota rumbo a su propia portería, el guardameta se interpuso y agarró el balón, el jugador chocó con el cancerbero y todo terminó dentro de la portería. Un gol increíble.

Un golpe definitivo en el partido -si es transcendental en la eliminatoria lo determinará el partido del jueves en el Palau- para el Barcelona, que entró el duelo a toda velocidad, con cuatro ocasiones en un solo minuto, consciente de que se jugaba mucho más que una victoria, porque un 2-0 en la serie sería un peso enorme.

El triunfo del jueves, a la vez, reafirmaba al Movistar Inter, que tardó un rato en rebelarse contra la puesta en escena de su rival, primero apoyado en las paradas de Jesús Herrero y después encomendado a las acciones de pívot de Elisandro, durante buena parte del primer tiempo como el recurso más solvente en ataque.

Lo intentó de todas las maneras, lo frenó Paco Sedano también con paradas de todos los colores, en un duelo jugado por ambos equipos desde la convicción de que sería un choque largo, de preocupación por cada detalle, de limitación de riesgos; una sensación que creció camino del descanso hasta que quedaba un minuto y 19 segundos.

Entonces, un imprudente penalti de Pola sobre Rivillos, cuando intentó un bloqueo mientras Ricardinho salía con la pelota de su propio área, rompió el marcador, con la pena máxima transformada por Ferrao, pero con la respuesta casi inmediata, apenas medio minuto después, de Gadeia, que superó a Sedano en una falta sin barrera.

Todo empatado para el segundo acto, de nuevo con los porteros como protagonistas, con Jesús Herrero decisivo contra Esquerdinha, con Paco Sedano esencial para sostener a su equipo con dos paradas consecutivas a Dani y Elisandro y con una volea al poste de Pola, pero todo igual de medido que antes, minimizando las concesiones.

Lo hizo el Movistar Inter, que creció en ataque, y lo intentó el Barcelona, que sufrió el gol más impensable en un equipo y en jugadores de tan altísimo nivel: Aicardo controló la pelota, la condujo hacia su portería, su portero Paco Sedano agarró el balón, chocaron los dos y todo terminó dentro de la portería (2-1, m. 34).

Un regalo inesperado, sin intervención en ningún momento de la acción del equipo madrileño, que cambió ya el encuentro y que destinó al Barcelona a un nuevo ejercicio contra el cronómetro, como el pasado jueves.

Entonces niveló un 2-0 en contra, pero esta vez no fue capaz de levantarse. Ricardinho anotó el 3-1 desde su campo y Pola culminó al contragolpe el 4-1. Esquerhinda, a cinco segundos, hizo el 4-2.

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