Real Sociedad

La historia del futbolista que deseaba la derrota de su equipo

El exfutbolista de la Real Sociedad, Zuhaitz Gurrutxaga, ha publicado un libro, 'Subcampeón', en el que describe con crudeza y sentido del humor cómo jugó durante 15 años mientras convivía con la depresión y las obsesiones.

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"Hola, soy Zuhaitz Gurrutxaga, y aunque me veáis ahora en este escenario, yo he sido jugador de fútbol durante 15 años. Alguno no creerá que llegara a jugar en la Real Sociedad... y menos lo creería si me hubiera visto pegar un balón".

De esta manera inicia siempre sus monólogos Zuhaitz Gurrutxaga, que se subió a los escenarios cuando hace ya unos años dejó el balón, para contar con gran sentido del humor sus éxitos y miserias de futbolista. Esos monólogos, en los que relata de manera cruda su convivencia con la depresión y las obsesiones, son el argumento de 'Subcampeón', un libro escrito a cuatro manos con el periodista Ander Izagirre.

Gurrutxaga debutó, con la Real Sociedad y de la mano de Javier Clemente, en Primera División con solo 19 años. Cumplir el sueño que tenía de niño fue el principio de sus males. "No fui capaz de gestionar toda la presión de ser futbolista de Primera y eso me arruinó la vida. A partir de aquel momento comencé a desarrollar una depresión y múltiples obsesiones", explica.

Casi gana LaLiga con la Real

La depresión y las obsesiones se dispararon cuando la Real estuvo a punto de ganar la Liga en 2003. En el libro pide reiteradamente perdón a los aficionados realistas que vivían con ilusión aquellos momentos históricos porque él, componente de aquella exitosa plantilla, deseaba que el equipo no ganara aquel título: "Yo veía que iba a ser insoportable tener tanta felicidad alrededor cuando yo lo único que quería hacer era meterme en una habitación y llorar".

A partir de aquel momento comenzó su tratamiento para tratar de controlar sus TOCs (trastorno obsesivo-compulsivo) que le llevaban, por ejemplo, a limpiarse las manos continuamente o a cerrar cinco veces la puerta de casa.

A pesar de todo, siguió 15 años jugando al fútbol: "Es un trabajo que te lleva dos horas al día y en el que ganas un dinero increíble. Yo, en Segunda B y Tercera ganaba 3.000 euros al mes... ¡hace quince años! Es un trabajo que no puedes dejar", se sincera Gurrutxaga.

En los años finales de futbolista jugó en equipos de categorías inferiores en los que reconoce que fue feliz, sin la presión que padecía en la élite.

Tras dejar el balón, fomentó lo que hasta entonces habían sido sus hobbies, la música y la interpretación. Subirse a un escenario y enfrentarse al público de un bar o de un teatro resulta, para Gurrutxaga, una experiencia mucho más amable que la de estar en el centro de un estadio con 70.000 personas.

Clemente, Toshack, Raúl o Xabi Alonso

Todas estas experiencias están contadas, con gran sentido del humor, en 'Subcampeón', un libro, escrito a cuatro manos con el periodista Ander Izagirre, y por donde asoman Clemente, Toshack, Raúl o Xabi Alonso pero también la otra cara del futbol.

"Es un libro amargo, duro, pero con unas reflexiones muy divertidas también y muy cómicas sobre lo que está pasando alrededor" explica el coautor de 'Subcampeón', Ander Izaguirre. "Me sana hacer humor con mis pequeñas desgracias de aquel tiempo", remata Zuhaitz

'Subcampeón' es mucho más que la historia de un futbolista particular. Es el relato en el que pueden verse reflejadas muchas personas que tienen que convivir con problemas de salud mental bajo la apariencia de una vida normal, e incluso, como en su caso, cercana al éxito, cercana al del 'campeón'.

Pero también es una actitud ante la vida. La de Gurrutxaga es la del empleo del humor para tratar de seguir espantando los fantasmas que, aunque bajo control, hoy siguen acompañándole.

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