Fútbol
Álvaro Morata y su dura reflexión: "¿Me compensa ir a la selección para que te insulten y te piten?"
El delantero español habla sobre sus problemas de salud mental y la depresión que atravesó y le hicieron irse del Atlético de Madrid y plantearse si merece la pena jugar con la selección española.

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Álvaro Morata habla alto y claro sobre la depresión que ha sufrido, una depresión que le llevó a marcharse del Atlético de Madrid y fichar por el AC Milán, club que abandonó hace unos meses para jugar en el Galatasary. En un documental en Movistar Plus, el capitán de la selección española reconoce estar recuperado de los problemas de salud mental que sufrió antes de la Eurocopa del año pasado, pero admite que "no compensa" jugar para España si te insultan y te pitan.
"¿Compensa que a cada sitio por donde vaya en España con mi familia tenga episodios desagradables y que la gente te vacile, se insulte y se ría de ti? No sé si compensa tanto ¿Compensa seguir viniendo a la selección para que en los estadios en los que juegas con la camiseta de la selección te insulten y te piten? No compensa", reflexiona Morata.
El delantero madrileño asegura que tras ganar la Eurocopa pensó que "la gente sería más respetuosa".
"Si quieres a una persona, sé que es fútbol, la quieres también cuando está mal", apunta Morata, que ya aseguró tras perder la final de la Nations League ante Portugal el pasado 8 de junio que "es una posibilidad que no esté en septiembre".
"Tenía miedo de todo. Tenía muchos pensamientos horribles, autodestructivos"
Álvaro Morata habla sobre los problemas de salud mental que atravesó y que influyeron en su decisión de salir del Atlético de Madrid y fichar por el AC Milan, y luego irse al Galatasaray.
"Tenía miedo de todo. Tenía muchos pensamientos horribles, autodestructivos. Se me ha pasado por la cabeza el simular lesiones para no tener que estar. Tu cabeza te propone cualquier tipo de cosas que te haga evitar lo que te hace sufrir. Era como si estuviera en una habitación negra en la que todo el mundo me estaba mirando fijamente a mí. Mi cabeza me mandaba todo el rato señales y mensajes y voces diciéndome cosas horribles", detalla Morata en el documental 'Morata: no sabéis quién soy'.
El capitán de la selección acudió a una psiquiatra que le recomendó su pareja (Alice Campello) para tratarse el 12 de abril, dos meses antes del comienzo de la Eurocopa.
"Cuando le vi, estaba con un sufrimiento increíble, con muchísimo estrés y con una depresión muy profunda (…) No quería ir a la Eurocopa y quería dejar el fútbol (…) No tenía piel que le protegiera de todos los comentarios o las hienas del mundo", narra la psiquiatra Pilar de Castro Manglano, de la Clínica Universidad de Navarra de Madrid.
"Mi cabeza me mandaba todo el rato señales y mensajes y voces diciéndome cosas horribles"
Morata señala que además de la medicación que tomó, pudo afrontar la Eurocopa con el apoyo de personas como el exjugador Andrés Iniesta, quien también sufrió un cuadro de depresión como jugador. También valoró el apoyo del seleccionador, Luis de la Fuente: "Estaba en el sitio más oscuro donde una persona puede estar y confió en mí. A nivel humano, ha sido el mejor entrenador que he tenido, porque ha sabido no solo entender mi problema, sino compartirlo y vivirlo como si fuera una cosa suya".
En el documental, interviene Alice Campello, quien enfatiza lo duro que es soportar las ofensas que recibe Morata.
"Es duro ir a un estadio y que haya mucha gente que te insulta o ir por la calle y que te insulten o decir a los niños cosas (…) Me decía que solo con tocar la pelota le entraba la ansiedad. Ya había pasado por eso y le llevé a la psiquiatra que me ayudó", revela Campello.
De su separación con Morata después de la Eurocopa, la atribuyó a que "ninguno de los dos estaba estable mentalmente".
"No estaba feliz conmigo misma y él no estaba feliz consigo mismo. ¿Cómo vas a estar bien junto a alguien si no puedes dar lo mejor de ti? Solo puedes dar cosas negativas, es normal que cualquier persona choque, no es sano. No siento que ha habido una crisis de falta de amor, sino simplemente dos personas que no estaban bien", esgrime la modelo italiana.
Según Morata, si seguía con Campello "podía poner en riesgo otra vez el coger otra depresión", por lo que decidió irse a Milán. La pareja se rehizo a comienzos de este año.
"Ha habido momentos donde era odio máximo y otros mejor, pero cuando la rabia se va, siempre gana el amor", apunta Campello, con quien Morata tiene cuatro hijos.
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