El plástico que se acumula en el océano es un problema cada vez mayor que afecta a los ecosistemas e impide la vida de muchas especies. Esto no es ningún secreto, pero lo que muchos desconocíamos era que los humanos somos una de las especies directamente afectadas.
Un estudio realizado por la Universidad de Newcastle, en Australia, y encargado por WWF, concluye que las personas comemos una media de cinco gramos de plástico a la semana, el equivalente a una tarjeta de crédito.
La mayor parte de este plástico proviene del agua embotellada pero también de la del grifo. Pero no es la única fuente, ya que a través de alimentos como el marisco o la cerveza también ingerimos plástico.
Marco Lambertini, el director general de WWF, insiste en que "estos hallazgos deben servir como una llamada de atención a los gobiernos", apelando a una acción global "urgente y esencial".
Por el momento se siguen investigando los efectos del plástico en el cuerpo humano, pero desde WWF recuerdan que debemos actuar cuanto antes y de forma conjunta entre consumidores, gobiernos y empresas. Explican que esta sería la única forma de evitar que las graves consecuencias de la acumulación de plástico en la naturaleza sigan aumentando.
Ante esta situación, la organización defiende la adopción de un tratado mundial vinculante sobre la contaminación marina de plásticos, una acción que ya ha reunido más de 500.000 firmas.
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