Hallazgo científico
Una técnica revolucionaria rescata el ADN intacto de un mamut de hace 52.000 años
Un hallazgo que supondrá un gran paso para abrir la puerta a la 'resurrección' futura de criaturas extinguidas hace miles de años. Estos "fósiles de cromosomas", abren una ventana a un mundo desconocido para la ciencia.
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Un equipo internacional de investigadores, entre los que se encuentran expertos del Centro Nacional de Análisis Genómico de Barcelona, han recuperado ADN de un mamut de hace cincuenta y dos mil años organizado en cromosomas. El estudio arrancó hace cuatro años pero se vio interrumpido por la pandemia. Ahora en colaboración con el Baylor College of Medicine de Texas ve al fin la luz.
El trabajo revela el descubrimiento de fósiles de cromosomas en los restos de un mamut lanudo que murió en Siberia hace 52.000 años y que fue encontrado por el explorador sueco Love Dalén. El 3 de septiembre de 2018, cerca de un pequeño pueblo Belaya Gora, Dalén se topó con los restos de una hembra de mamut lanudo, encerrados en el suelo congelado desde hacía 52.000 años. El análisis genético revela un descubrimiento extraordinario: aquel cadáver de mamut conserva la estructura tridimimensional de su ADN, una característica jamás vista que permite incluso saber qué genes estaban activos. Para los investigadores, estos "fósiles de cromosomas antiguos" acercan la posibilidad de resucitar especies extinguidas hace milenios.
Se ha podido saber cuáles eran los genes activos
Un paso de gigante que permite saber qué genes estaban activados, conocer el ensamblaje de genomas de especies extinguidas y entender cómo se adaptaron en su ambiente. El hallazgo acerca el sueño de la resurrección de especies extintas
Los pequeños fragmentos de ADN han sobrevivido congelados en una pequeña muestra de la piel de una oreja de este animal y los científicos han podido observar cuál es su disposición en 3D, un avance excepcional para estudiar la historia de la vida en la Tierra.
"He encontrado muchos cientos de especímenes de mamut durante mi carrera, pero este estaba extraordinariamente bien preservado. Probablemente es la muestra de mamut mejor conservada que he hallado", explica Dalén. "Ver aquella oreja tan bien preservada es una experiencia increíble que nunca olvidaré", rememora el científico.
Uno de los aspectos más destacados del trabajo es el descubrimiento de cuáles eran los genes que estaban activos en ese trozo de piel, de menos de un centímetro cúbico.
Los científicos creen que cuando el mamut murió, su carne se deshidrató inmediatamente. "El tejido perdió el agua muy rápido y esto hizo que la piel quedase como disecada. En paralelo, quedó sometido a temperaturas muy bajas durante los siguientes 52.000 años", comenta el experto Marc Martí-Renom, profesor de investigación ICREA y líder del grupo en el Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG) y el Centro de Regulación Genómica (CRG). Y añade que se ha mantenido congelada durante milenios, lo que podría haber sido clave.
Encontrar algo así es muy difícil, ya que habitualmente los investigadores trabajan con muestras que se han descongelado y se han vuelto a congelar. Cuando sucede eso, lo más probable es que los microorganismos aprovechen la oportunidad para corromper los tejidos. En cambio, en este caso, estamos ante una estructura vitrificada. Los investigadores lo llaman así porque el vidrio no es una estructura regular.
Descubrimiento histórico
El nuevo descubrimiento es histórico, pero que haya sido en un mamut es anecdótico, subraya el genetista Marc Martí. La primera vez que se logró rescatar ADN antiguo fue en 1984, en una subespecie de cebra que se extinguió en el sur de África. Desde aquello, se ha conseguido obtener incluso ADN humano de cientos de miles de años, lo que ha revelado multitud de hechos inesperados.
El genoma es un objeto físico que tiene dos metros de longitud. Los cromosomas fósiles de la hembra de mamut tienen cientos de millones de letras. Martí Renom compara su ADN con un puzle de 3.000 millones de piezas. El hallazgo de su estructura tridimensional es como haber encontrado la fotografía de la caja del puzle.
El biólogo Juan Antonio Rodríguez cree que este avance puede contribuir a la desextinción de especies. Algunos de los últimos mamuts vivieron hace cuatro mil años al norte de Siberia
El nuevo estudio incluye una sorpresa. Los autores calculan que la estructura tridimensional del ADN podría sobrevivir durante 530 millones de años, si se dan las condiciones adecuadas. Esa especulación genera fascinantes teorías.
Los autores creen que el ADN y las proteínas en la muestra de mamut están en un estado vítreo, una sustancia que denominan "cromovidrio".
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