El pelo no evolucionó gradualmente en los mamíferos

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Evolución

El pelo no evolucionó gradualmente en los mamíferos

Los restos de un mamífero de hace 125 millones de años han sido encontrados en el yacimiento de Las Hoyas, en Cuenca. Su extraordinaria preservación incluye las primeras evidencias evolutivas de pelaje en mamíferos. El trabajo, liderado desde la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), se ha publicado en Nature.

La nueva especie, 'Spinolestes xenarthrosus', perteneciente a un grupo primitivo de mamíferos extintos, fue presentada en una rueda de prensa este miércoles en el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha (Cuenca).

"Se trata de la primera especie fósil que revela de modo inequívoco la estructura microscópica del pelo que recubre la piel de los actuales mamíferos", afirmó Ángela D. Buscalioni, directora del proyecto I+D Las Hoyas y miembro de la Unidad de Paleontología de la UAM.

"El hallazgo demuestra que, al contrario a lo que se creía, la evolución del pelo, junto con otras estructuras de la piel, no ocurrió gradualmente sino que tuvo lugar simultáneamente en el origen del linaje", detalló la investigadora.

Jesús Marugán-Lobón, del mismo equipo de trabajo, resaltó que "'Spinolestes' conserva los bronquiolos pulmonares y el contorno del hígado, demarcando la ubicación del diafragma, lo que ​proporciona la huella más antigua del característico sistema respiratorio en mamíferos".

"Las impresiones de piel ofrecen además la primera evidencia de pabellones auriculares en el registro fósil de este grupo biológico", destacó por su parte Hugo Martín-Abad, también de la Unidad de Paleontología de la UAM.

Los investigadores españoles firman el trabajo junto a reconocidos paleontólogos de las Universidades de Bonn (Alemania), Rennes (Francia) y Chicago (EE.UU.).

'Spinolestes xenarthrosus' vivió hace 125 millones de años en lo que por entonces era uno de los primeros humedales tropicales del planeta, alimentándose posiblemente de insectos y larvas. Pesaba entre 50 y 70 gramos y se caracterizaba por tener el oído medio desarrollado, vértebras lumbares con múltiples articulaciones y molares con tres cúspides.

También tenía melena en el cuello y una corta cresta que le recorría la espalda. Las manos, propias de los animales que se han adaptado a la excavación, sugieren un estilo de vida similar al de las actuales musarañas acorazadas.

En más de 30 años de investigación, el yacimiento de Las Hoyas ha revelado el registro completo de un humedal del Cretácico Inferior compuesto por más de 250 especies, entre las que se encuentran importantes fósiles de dinosaurios ('Pelecanimimus', 'Concavenator') y aves primitivas con dientes y garras ('Iberomesornis', 'Concornis').

Los suelos anegados, charcas y lagunas de agua dulce que dominaron el lugar, sumado a un fino y poco frecuente proceso de fosilización atribuido a algas y bacterias, han terminado por ofrecer un escenario privilegiado para el estudio de importantes hitos evolutivos, como el momento en el que aparecieron las primeras plantas con flores, y la diversificación de muchas de las especies animales que hoy conocemos.

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