Los nuevos inquilinos de Faunia

LLegaron en un enorme tráiler y encerrados en cajas bien precintadas. Son cocodrilos del Nilo pero proceden de Jerez de la Frontera, allí nacieron en una granja. Traían la boca bien tapada por seguridad. El jefe de biología del parque, Agustín López, dice que no parecen agresivos pero lo son, sobre todo en el agua, donde se mueven con rapidez.

Ahora estrenan casa, un manglar diseñado a su gusto, las piedras por las que se arrastran incluso están calefactadas. Son ocho, cuatro pequeños y cuatro más grandes. Algunos miden más de tres metros y pesan más de 300 kilos. En su hábitat natural, en África,  los hay de seis metros. Agustín López comenta que sólo comen una vez a la semana, en el parque les darán pollo y conejo. Aunque de momento les pondrán a dieta porque dicen que han venido un poquito gordos.

Son auténticos vestigios de la prehistoria que han variado poco desde la época de los dinosaurios. Fueron reverenciados en el Antiguo Egipto como dioses y aquí vivirán como reyes.