Modifican genéticamente una carpa para conseguir el pescado sin espinas

Durante años, el ser humano ha logrado que miles de alimentos sean más sencillos de comer quitándoles sus pipas, semillas o mezclando sus sabores. En esta ocasión, un laboratorio chino se ha planteado lograr crear el pescado sin espinas.

Esta investigación se llevará a cabo a través de la modificación genética de una carpa, un pescado de gran importancia para la gastronomía china, y que es muy complicado de comer debido a la gran cantidad de espinas que posee, que tan difíciles son de separar de la carne.

El primer país dedicado a la cría de carpas como alimento

China fue el primer país del mundo que se interesó por la carpas, creando una red de cultivo y crianza de este animal para destinarlo al consumo humano hace más de mil años, según cuenta Lluís Tor Bardolet, biólogo y catedrático de Fisiología Animal de la UAB. La carpa que más se usa con fines alimenticios es la carpa cruciana, la elegida en este momento para la realización de este experimento.

Este animal tiene un delicioso sabor para el paladar humano, aunque sus pequeñas y finas espinas complican en gran medida la labor de separarlas de la carne por lo que podrían provocar grandes problemas al clavarse en la garganta. Este motivo ha llevado a los investigadores de este laboratorio a intentar que estos peces nazcan sin esas espinas y así poder comerlo sin temor.

El reto parece haberse conseguido

Según explica Lluís Tor, "se ha localizado al gen que favorece la formación de esas espinas y se ha suprimido para que no se exprese", explica este catedrático. Esta técnica es denominada "técnica del silenciamiento genético". El trabajo de los investigadores ha sido de admirar, ya que para lograr dar con el gen encargado de producir estas espinas, Tor explica que "se descubrieron 1.600 que podrían estar detrás de esas espinas".

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