Hepatitis

Investigan una posible relación entre los perros y el aumento de casos de hepatitis entre los niños

Autoridades sanitarias de todo el mundo están analizando el aumento generalizado de casos de hepatitis.

Publicidad

Científicos de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido están investigando un posible vínculo entre los perros y el reciente aumento en los casos de hepatitis de en niños del Reino Unido. A día de hoy se han detectado 160 casos. Los cuestionarios familiares realizados por esta agencia han mostrado "números relativamente altos de familias propietarias de perros u otras exposiciones a perros". La UKHSA ha asegurado que "se está explorando la importancia de este hallazgo", pero que podría ser una coincidencia porque la propiedad de perros es común en el Reino Unido. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró la semana pasada que el aumento de los casos de la hepatitis aguda infantil de origen desconocido es un tema "muy urgente" al que están dando "prioridad absoluta".

Los primeros diez casos de esta hepatitis aguda fueron notificados por el Reino Unido a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 5 de abril, en niños menores de diez años sin dolencias previas, y desde entonces también se han detectado contagios en España, Israel, Dinamarca, Italia, Estados Unidos y Bélgica, entre otros. En España se han investigado desde enero 22 casos, según datos del 29 de abril. En cuatro de los nueve casos analizados en los que se dispone de resultados se obtuvo una prueba positiva para adenovirus.

¿Qué son los adenovirus?

En algunas muestras han aparecido adenovirus como el F41, que es un serotipo muy concreto de adenovirus entéricos y que normalmente causan síntomas intestinales, pero hasta ahora no se había visto que pudiera originar en niños sanos daños de este tipo tan frecuentes. Los adenovirus son bastantes comunes y circulan por todo el planeta durante todo el año, aunque la mayoría de los picos suelen ocurrir a finales de invierno o en primavera. Alguno puede causar daños hepáticos, sobre todo en niños inmunocomprometidos, pero no se había visto en los sanos.

Publicidad