Esta es una buena época para los amantes de la astronomía y para aquellos que adoran observar los encantos de la bóveda celeste. Siempre que esté despejada, cualquier larga noche de noviembre es la mejor ocasión para sacar del armario nuestro telescopio y alzar la vista para disfrutar del hermoso espectáculo que nos regala, y de forma gratuita, la naturaleza. Debes saber que, además de las fases de la luna, podrás disfrutar de otros interesantes e imperdibles eventos astronómicos.
Porque este mes viene cargado de interesantes eventos ya desde sus primeros días con la Lluvia de Táuridas (el 4 y 5 de noviembre), una lluvia de estrellas desde la constelación de Tauro. Poco después, durante los días 17 y 18, tendrá lugar la Lluvia de Leónidas, una lluvia de meteoros que se produce aproximadamente cada 33 años con la que se pueden ver cientos de meteoros por hora. Y, por si fuera poco, el día 19 tendrá lugar un eclipse lunar parcial, el último eclipse lunar de 2021.
Fases de la luna en noviembre
Las fases lunares pueden ser determinantes en nuestro día a día. Son muchas las personas que reconocen echar un vistazo al calendario lunar para comprobar cuál es el mejor momento para cortarse el pelo, para sus cosechas o para afrontar nuevos retos, entre otros motivos.
Aunque no tengas un motivo claro para interesarte por las diferentes fases de la luna, te aconsejamos que tomes nota del calendario lunar de este mes de noviembre para poder desempolvar tu telescopio y admirar la belleza de nuestro satélite natural a las puertas del invierno.
Será el 4 de noviembre cuando la luna se encuentre en su fase de novilunio o luna nueva. Posteriormente, llegará a su fase de cuarto creciente el día 11. La tercera fase se dará el 19 de noviembre cuando nos deslumbre la luna llena de noviembre, la conocida como ‘Luna del castor’. El calendario lunar de este mes llegará a su fin con la luna en ‘C’, es decir, cuando nuestro satélite natural alcance la fase de cuarto menguante, lo que sucederá el día 27.
La luna llena de noviembre: la Luna del castor
Si eres un ‘amante de la Luna’ o te gusta la astronomía, muy probablemente sabrás que la luna llena de cada mes recibe un nombre específico. El origen de estas nomenclaturas se encuentra en el viejo almanaque de los campesinos nativos de Norteamérica. Fueron ellos los que empezaron a poner nombres a las lunas llenas en la década de 1930 basándose en cómo el satélite afectaba en su día a día a lo largo del año, principalmente a sus siembras y cultivos.
Cabe señalar que, a la hora de hablar de calendarios, no debemos confundir el calendario lunar con el solar: mientras que el calendario solar nos marca los meses del año, el lunar nos marca las lunaciones, es decir, el tiempo que pasa entre una luna llena y otra, que dura una media de 29 días o, lo que es lo mismo, un mes lunar.
Estos nativos americanos fueron los que bautizaron la luna llena del mes de noviembre como ‘Luna del castor’, o también como ‘luna helada’ o ‘luna escarchada’. El plenilunio de noviembre es el último del otoño, por lo que este momento se relaciona con la época en la que los castores suelen preparar el alimento y la madriguera para refugiarse del frío invernal que está al llegar.
Otra teoría para explicar el origen del nombre de ‘luna del castor’, y muy relacionada con la anterior, se sostiene sobre la creencia de que la noche del plenilunio de noviembre era la última noche que la luna iluminaría en todo su esplendor antes del invierno, lo que permitiría a los cazadores atrapar a los castores para hacerse con sus pieles, muy apreciadas como fuente de abrigo ante la nueva estación.
