Además de las actividades acuáticas o chiringuitos, en algunas playas canarias los turistas se encuentran con que prolifera la venta ambulante. Y no solamente de bebidas y frutas. También se ofrecen masajes. Una cantidad de servicios que pueden causar estrés a los visitantes. Los empresarios exigen mayor vigilancia para frenar la competencia desleal de estos negocios irregulares.
Miramos a la arena y no tardamos en localizarlos. No encontramos ni uno ni dos.... Actúan, según los empresarios de la zona, a través de mafias.
Hamaqueros, chiringuitos o quienes venden actividades acuáticas de manera legal entienden que es competencia desleal.
Ellos pagan impuestos, ofertan un producto de calidad tal como exige un destino de primera categoría y deben renovar la autorización de explotación que otorga Costas.
Municipios como Arona son los primeros en exigir establecimientos de primer nivel por ello quieren que las concesiones salgan a licitación pública.
Un uso de la playa que debe permitir, que ellos, nuestro principal motor económico, encuentren lo que buscan sin sentirse invadidos en su descanso.
