De urbanización en ruinas a huerto urbano

Los huertos se distribuyen en una parcela de 1.700 m2

En paro desde hace cinco años, para Antonio, de 62, su parcela en este huerto urbano ha supuesto mucho más que una ayuda a su actual situación económica.

Está tan entregado, que ha ideado incluso un rudimentario sistema de riego por goteo. El haberse criado en el campo le ha ayudado. No es el caso de Serafín, militar retirado que a sus 80 años ha descubierto la satisfacción de cultivar hortalizas como éstas.

Es la filosofía de los huertos urbanos: pequeños campos en plena ciudad que ayudan a las familias con problemas económicos, proporcionan formación a desempleados y aportan una ocupación a los mayores, todo ello favoreciendo además la convivencia entre vecinos.

Toda una cultura medioambiental y de cooperación en mitad del bullicio de una capital.