Además de las ventajas para el receptor, el donante se beneficia de estar controlado médicamente toda su vida
José y Jorge son algo más que hermanos de sangre, desde hace un año su relación se estrechó aún más cuando el primero rechazó del riñón que tenía trasplantado desde hacía 20 años y su vida dependía de uno nuevo.
Jorge fue el primero en hacerlo, su perfil no era el del mejor donante por lo que tuvo que realizar un gran esfuerzo para prepararse para la operación.
Es uno de los 12 trasplantes en vivo que se realizaron en Canarias el año pasado un programa con el que se pretende concienciar de los beneficios de donar en vida tanto para el que recibe y para el que da.
Y otra ventaja nada baladí, aumenta la calidad de vida del enfermo al tiempo que disminuye el gasto sanitario porque sus tratamientos son menos costosos y la recuperación más rápida.
