Alarma entre los vecinos por el operativo policial
Dos paquetes sospechosos hicieron pensar lo peor, sobretodo por el lugar en el que aparecieron. La guardia civil lleva a cabo la explosión controlada de dos mochilas encontradas junto a la comandancia de Vecindario. Finalmente se comprobó que no había explosivos. Se trataba de una falsa alarma, qué por cierto, también es constitutiva de delito.
A las 4 de la tarde se encuentran dos paquetes sospechosos junto al mástil del Centro Integral de Seguridad de Vecindario. Son estos dos bultos negros, una bandolera y el maletín de un ordenador portátil.
Inmediatamente la guardia civil activa el protocolo, al estar en un nivel 4 de alerta antiterrorista y por tratarse de un lugar sensible. El robot y los especialistas en desactivar explosivos son los que trabajan en el lugar. Se marca un perímetro de seguridad. Los vecinos comienzan a alertarse ante lo que está ocurriendo.
Después de varias horas inspeccionando los paquetes, se realizan las detonaciones controladas.
Se trata de una falsa alarma. Los agentes inspeccionan las bolsas y comprueban que son de materia inerte, no hay explosivos. Se retira el perímetro de seguridad y se intenta volver a la normalidad. La guardia civil recuerda que abandonar paquetes sospechosos constituye un delito de desorden público.