Los arqueólogos han descubierto un gran poblado aborigen en el yacimiento de La Fortaleza, en el sur de Gran Canaria. Este enclave era conocido por una leyenda de la que no hay constancia histórica sobre suicidios de los aborígenes. La Fortaleza de Tirajana es un enclave muy completo para los investigadores porque tiene casas, restos funerarios, grabados y cuevas con pinturas.
La Fortaleza, uno de los monumentos naturales y arqueológicos más relevante de Gran Canaria, atesora la leyenda de Atis Tirma, el grito que los aborígenes lanzaban al arrojarse al vacío para no ser detenidos por los conquistadores. Una leyenda que hoy sabemos falsa. No hay ni una reseña en las crónicas que la avale. De lo que si hay constancia, gracias a las nuevas investigaciones arqueológicas que realiza Tibicena, es de la existencia de un antiguo poblado.
Hace tres años los arqueólogos limpiaron este paraje al pie de la Fortaleza y descubrieron que las piedras no eran de bancales sino de casas . Ahora, con la nueva campaña de excavaciones, han aflorado los cimientos de siete viviendas, algunas de planta cruciforme. Los investigadores están convencidos de que aparecerán más estructuras en un yacimiento muy completo.
Y también faltan papeleras ante la afluencia diaria de turistas. Unos visitantes que primero pasan por el centro de interpretación inaugurado este año, gracias al impulso sobresaliente que la anterior corporación del Cabildo dio al patrimonio histórico.
