El equipo encargado de la seguridad del Camp Nou estableció un estricto cordón de seguridad en las entradas al estadio. La confusión tanto de operarios como de aficionados dejó varios momentos de tensión y nervios previos al Clásico.

Los operarios requisaron todas las caretas con el rostro de Messi que Tsunami Democratic había repartido durante la tarde pese al desacuerdo de muchos de los aficionados. Las máscaras con el rostro del argentino, las franjas blaugranas y la bandera de Cataluña no fueron admitidas en base a la dificultad añadida que suponían para reconocer a los asistentes.

En contraposición, pese a las dudas de algunos miembros de la seguridad, si se pudieron introducir sin problemas las banderolas con la leyenda 'Spain sit and talk'.

Aunque alguna de ellas generó dudas en los vigilantes de las puertas. Se registraban bolsos y se requisó cualquier tipo de objeto que pudiera ser utilizado a modo de protesta.