Pedro Passos Coelho, Maria Luis Albuquerque y Luis Marques Guedes.

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PUEDE CAER PRONTO EL GOBIERNO CONSERVADOR

El Gobierno de Passos Coelho considera el ataque de la izquierda portuguesa como una "chapuza"

El Gobierno portugués calificó de "chapuza" el empeño de la oposición de izquierdas de hacer caer el Ejecutivo y advirtió de las negativas consecuencias. El vicepresidente de Portugal explicó que proponen una "borrachera de medidas" de las que sólo puede obtenerse "resaca".

El Gobierno portugués, de signo conservador, calificó este martes de "chapuza" el empeño de la oposición de izquierdas de hacer caer el Ejecutivo en el Parlamento y alertó una vez más de las consecuencias a nivel económico.

Así lo expresó su 'número dos', Paulo Portas, quien advirtió de que los socialistas, con el apoyo de marxistas y comunistas, proponen una "borrachera de medidas" si llegan al poder que sólo puede acabar en "resaca" para el país.

Portas censuró de esta forma las "mociones de rechazo" que serán votadas en la tarde de este martes en el hemiciclo, cuya previsible aprobación supondría la inmediata caída del Gobierno conservador.

El viceprimer ministro retó al tripartito de izquierdas a presentarse con listas conjuntas en los próximos comicios, convencido de que los electores no respaldarían esa opción.

Durante su intervención en el debate parlamentario sobre el programa del Gobierno conservador de Pedro Passos Coelho, Portas recordó que la coalición de centro-derecha formada por socialdemócratas y democristianos obtuvo en las legislativas del pasado 4 de octubre casi el 39 % de los votos, seis puntos más que los socialistas, pese a perder la mayoría absoluta con la que contaban en su primera legislatura.

"Nosotros ganamos, y no fue por poco. Si quieren comparar los bloques políticos -de derecha e izquierda- tengan la humildad de avisar al pueblo y nos presentamos todos en coalición, a ver quién gana", desafió Portas.

El viceprimer ministro insistió en la fragilidad del apoyo a los socialistas dado por el resto de fuerzas de izquierdas, y alertó de que "un Gobierno dependiente de los estados de ánimo de los comunistas no inspira confianza a la economía, la inversión y la creación de empleo".
"No venga después a pedir socorro", lanzó Portas en alusión a António Costa, el líder socialista.

Desde el Partido Socialista (PS), por su parte, uno de los encargados de hablar desde el estrado fue el responsable de su programa económico, Mário Centeno, quien mandó un mensaje de tranquilidad a los mercados.

Centeno recalcó que un hipotético Gobierno socialista asumirá "sus responsabilidades europeas y honrará todos los compromisos", entre los que se incluyen los objetivos de reducción del déficit público.

Durante su intervención, recalcó que Portugal "precisa de otra política y la tendrá", y argumentó que lo más positivo para el país es dejar atrás definitivamente la austeridad.

En su opinión, el Ejecutivo conservador será despedido "por justa causa" tras la pasada legislatura, marcada por las severas medidas de ajuste aplicadas a instancias de la troika de acreedores internacionales.

Además, Centeno acusó a la coalición de centro-derecha de no hacer nada por intentar llegar a un acuerdo con los socialistas.

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