La nueva normativa permitirá instalar más chiringuitos en las playas españolas

Algunas playas españolas no serían lo mismo si junto al mar, el sol, las sombrillas y las tumbonas, faltara el típico chiringuito. Los clientes dicen que un chiringuito en una playa hace que ésta sea mejor.

El nuevo reglamento de la ley de costas, que está en fase de consulta pública para que puedan presentarse alegaciones, pretende aclarar perfectamente cuándo, dónde y cómo pueden instalarse estos establecimientos playeros. En el caso de las playas urbanas, aquellas que están dentro de una población o disponen de luz, agua corriente y alcantarillado, se permitirá que haya más chiringuitos y que éstos sean el doble de grandes.

Hasta ahora se fijaba una superficie fija máxima de 100 metros cuadrados, más otros 50 de terraza cerrada y desmontable. En total 150 metros cuadrados. Los mismos que ahora se podrán construir de forma estable, a los que se permite sumar otros 50 de terraza desmontable, 70 más para zona abierta de sillas y mesas, y 30 para unos aseos de uso público. En total hasta 300 metros cuadrados de ocupación.

Los propietarios dicen que al tener más metros también tendrán más camareros. Más grandes y más numerosos. Se reduce la distancia mínima entre chiringuitos a 150 metros entre uno y otro por lo que pueden caber más.

Sin embargo, en playas naturales, la norma no permitirá construir nada, aunque como excepción, se dejará instalar kioskos de hasta 70 metros cuadrados que, eso sí, tendrán que ser totalmente desmontados cuando termine la  temporada.