Publicidad

Y AHORA SONSOLES
La lucha diaria de Laura contra el párkinson con la ayuda incondicional de su hijo de 9 años
Laura, diagnosticada con párkinson a los 37 años, recibe el cuidado diario de su hijo Rodrigo. Entre rutinas y medicación, el pequeño le sorprende con una emotiva carta que le recarga esperanza.
Laura aprendió a convivir con el párkinson desde los 37 años, cuando su hijo Rodrigo era apenas un bebé. Hoy él le ayuda en tareas cotidianas, como preparar el desayuno, llevarle las pastillas o hacer la compra. Su compañía constante se ha convertido en un pilar indispensable para enfrentarse a una enfermedad que se lleva mucho. Así lo cuenta en Y ahora Sonsoles.
El ejercicio y las rutinas son fundamentales para Laura, pues hay días buenos gracias a la medicación, y otros en que necesita ayuda incluso para vestirse o ducharse. En uno de esos días grises, Rodrigo le regala una carta cargada de amor. Esa demostración de ternura le recuerda lo que aún conserva y fortalece su ánimo para seguir adelante.