Capítulo 19
La actitud de Begoña despierta la ira de Jesús: “No te atrevas a darme lecciones”
El lado violento de Jesús ha regresado y le ha avisado a Begoña: si él no es su prioridad, tendrá que dejar de trabajar en el dispensario.
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Al llegar a casa, Begoña se ha disculpado con su marido por haberle hablado mal en el dispensario, estaban en medio de una urgencia, pero Jesús no piensa perdonarla como si nada. ¡Cómo se ha atrevido a hacerle eso!
Jesús no va a aceptar que Begoña le diga con qué tono tiene que hablar: “¿Tú sabes quién soy yo?”. Por su culpa, todo el mundo va a pensar que es calzonazos. ¡Por su culpa va a ser el hazmerreír de la fábrica!
Begoña no cree que nadie vaya a pensar que Jesús es un imbécil, lo que ha cabreado más a Jesús, que la ha agarrado con mucha fuerza del mentón: “No te atrevas a darme lecciones”. Si Begoña no es capaz de anteponer la familia al trabajo, tendrá que dejar de ser enfermera.
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La ira ha ido invadiendo a Jesús, que ha terminado perdiendo los papeles. De un puñetazo, ha roto el espejo del armario, provocándose una herida en la mano. ¿Se disculpará Jesús de nuevo? ¿Cambiará Begoña de actitud?
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