Tras el largo y feliz viaje de novios, Sofía y Juan Carlos se instalan en Madrid. Lejos de su familia y en un país desconocido para ella, Sofía tiene que convertir en hogar el frío palacio de la Zarzuela donde la joven pareja va a vivir. Pero no es fácil. Los criados y el personal del palacio los espía para informar a Franco de lo que hacen, Juan Carlos mantiene una agenda de trabajo agotadora y Sofía se siente sola.

Decide ingresar como una estudiante más en la universidad  y poco a poco se va a adaptando a las costumbres y a la gente de su nuevo país. Con el nacimiento de Elena, su felicidad se completa, sólo se empaña cuando recibe la llamada de Atenas en la que su  madre, Federica, le anuncia que su padre agoniza. Sofía consigue llegar al lecho de muerte del rey Pablo y, antes de morir, le enseña a la pequeña Elena.

Pasan los años y Juan Carlos y Sofía se ven inmersos en las tensiones políticas de la sucesión de Franco. Sofía será una de las piezas claves para que la monarquía se instaure de nuevo en nuestro país. No sólo por el apoyo que en todo momento le da a su esposo y futuro rey, sino por su gran habilidad política y diplomática.