La reciente muerte de su marido está demasiado cercana en el tiempo. Él, no obstante y como buen gallego de ideas fijas, no piensa cejar fácilmente en el empeño...
Por otro lado, a Santiago no es al único al que la aparición de Teresa ha llamado la atención. Marcelo Cáceres, el poderoso y corrupto gobernador de Melilla parece haberse encaprichado con la recién llegada. Las proposiciones deshonestas no tardan en llegar. Teresa las rechaza contundentemente. Sin embargo, una trampa tendida por una compañera de trabajo envidiosa va a meter en un lío muy serio con las autoridades. Puede ser deportada. Cáceres, el gobernador, parece ser el único que la puede ayudar...