Y es que momentos antes Antonio y Olmedo seguieron chantageándose el uno al otro. No se fían de sus palabras. Olmedosolo piensa en conseguir su traslado a Madrid y Antonio en que llegue el día de la boda para volver a ir a Filipinas y seguir haciendo de las suyas. Pero antes de irse, su objetivo es manchar el nombre de Romero. Algo por lo que Olmedo se alegra.

Sara está preocupada por haberse quedado sin pistas sobre su familia biológica. Miguel la anima a buscar a su padre. Por su parte, Doña Elvira cree que entre su marido y la inglesa puede haber algo más que amistad. La mujer del gobernador acude a casa de los Montoro para desahogarse y allí encuentra el apoyo de Martina.

Flor inventa una historia para proteger a Marcial y despistar a Margarita sobre la verdadera identidad del médico y consiguen esquivar a la recién llegada. El Chato, recuperado de su herida, quiere empezar una nueva vida en otro sitio, donde nadie le conozca, mientras que en Arazana aparecen un par de mendigos, y uno de ellos es… ¡Carranza!

Roberto necesita dinero para roturar sus tierras, aunque cree que los ahorros deberían destinarse a Juanito, para intentar pagar la redención en metálico y que no tenga que ir a Filipinas. Don Germán intenta ayudar a los Pérez, pero no lo consigue. Sin embargo, Martina convence a Álvaro para que pague a un sustituto para Juanito y así conservarlo como contable en las empresas familiares. Algo con lo que, a la larga, saldrán ganando.