Esta tendencia llega
directamente a la capital alemana, Berlín, y se ha instalado con éxito en
diferentes partes del mundo, como recientemente a Bangkok (Tailandia) –donde se ha celebrado el primer encuentro de Beer Yoga de la ciudad–, Australia y algunas
ciudades europeas.
Aunque parece una divertida forma de mantenerse en forma no tiene nada para que nos lo tomemos en broma. Consiste en hacer asanas (posturas de yoga) al mismo tiempo que se disfruta del placer de beberte una cervecita bien fresquita. Imagínate haciendo el saludo al sol con la botella en las manos, como si fueras Rafiki presentando a Simba en lo alto de la Roca del rey. La botella se incluye en los ejercicios como sujeción o para mejorar el equilibrio poniéndola sobre la cabeza, por ejemplo.
Las creadoras de esta innovadora versión de yoga, Juhla y
Emily, aseguran que con esta práctica se llega a un nivel de consciencia
superior que en otras modalidades. Ambas son instructoras de yoga certificadas
y, como ellas mismas aseguran, unas amantes de la cerveza. De ahí la unión de
sus dos pasiones.
Sin embargo, a pesar de el gran número de adeptos que tienen
también hay detractores que critican su falta de seriedad al rebajar el sentido
espiritual propio del yoga, mientras que otros afirman que alcohol y actividad
física no son buenos aliados. Nada está confirmado, lo único que sabemos es que
en España aún no es posible realizarlo, aunque tal es su auge que puede que no
tarde en llegar.
Si llevabas tiempo planteándote hacer yoga y te encanta la
cerveza, este es el empujoncito que te faltaba para empezar con motivación.
¿Qué mejor manera de perder la barriga cervecera que bebiendo cerveza?