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La opinión del experto
Alfonso Egea analiza el comportamiento de los acusados en el 'crimen de la Guardia Urbana'
Esta semana ha arrancado el juicio del 'crimen de la Guardia Urbana' en el que los guardias urbanos Rosa Peral y Albert López están acusados del crimen de Pedro Rodríguez, quien formaba parte del mismo cuerpo del orden.
Pedro era la pareja sentimental de Rosa y Albert su examante. Esta semana el juicio por 'el crimen de la Guardia Urbana' se han escuchado testimonios importantes como el del padre de la acusada, queno pudo reprimir las lágrimas en su testimonio y retiró la coartada a su hija. Asimismo, el exmarido de la acusada la describía como una mujer manipuladora que era capaz de todo con tal de lograr sus propios intereses.
Alfonso Egea se ha detenido en el comportamiento de los acusados en el banquillo mientras se exponían algunas de las pruebas. En el caso de Rosa se ha mostrado muy inquieta moviéndose constantemente y pasándole notas de forma compulsiva a su abogada. La acusada no podía reprimir las lágrimas cuando hablaban en Sala de que había comprado varios test de embarazo como prueba de que quería tener hijos con la víctima.
El comportamiento de Albert era la antítesis. En todo momento se ha mostrado sobrio, sin moverse y con la mirada sobre un punto fijo sin mostrar ningún tipo de emoción. La tesis de Albert es que fue Rosa quien le llamó para que le ayudara a deshacerse del cuerpo de Pedro.
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