FRESCO Y FÁCIL

Receta de ajoblanco malagueño

Aprende a preparar un delicioso ajoblanco malagueño para sorprender a tus visitas con un plato fresco y sencillo para este verano.

Ajoblanco malagueño.

Ajoblanco malagueño.iStock

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Con las altas temperaturas es normal que el apetito no esté preparado para comidas jocosas y consistentes. Habitualmente no hay nada más apetecible que un plato fresco y bien sabroso. Por suerte, durante la época veraniega, en España contamos con algunas delicias culinarias muy tradicionales; el salmorejo, el gazpacho, la porra antequerana, la mazamorra cordobesa o el ajoblanco malagueño.

Pero hoy nos centraremos en este último plato, considerado el gazpacho primigenio que cumple siempre las expectativas de los comensales. Sobre todo en los días calurosos de primavera y verano, convirtiéndose en una de las mejores recetas de la cocina andaluza.

Se trata de una elaboración humilde con origen en Andalucía, probablemente durante la etapa histórica del al- Ándalus. Nació como una mezcla de todo los alimentos que entonces la población tenía a su alcance. Pan en migas, ajo, aceite de oliva, vinagre, sal, agua y almendra. Sin embargo, no tiene tanta popularidad como el gazpacho, el cual se formó tal y como lo conocemos hoy tras la llegada del tomate. Es una buena alternativa a la porra antequerana o al resto de sopas frías tan populares en tierras andaluzas.

Además, por si fuera poco, es un alimento cuya preparación es muy económica. No obstante, en este artículo os mostraremos la forma de preparar un delicioso ajoblanco malagueño. De esta manera, sorprenderemos a nuestros invitados con una alternativa diferente pero sencilla.

Ingredientes

  • 200 g de almendras peladas
  • 2 dientes de ajo
  • 150 g de miga de pan duro
  • 750 ml de agua
  • 75 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 25 ml de vinagre de vino blanco
  • 1 cucharadita de sal
  • Uvas moscatel o melón

Paso a paso

Este plato requiere previsión dado que la noche anterior debemos poner en remojo las almendras peladas y guardarlas en la nevera. Sin embargo, se trata de un paso opcional y no es obligatorio. Eso sí, ayuda a mejorar la textura del ajoblanco malagueño.

  • Ya al día siguiente, en el momento de la preparación, escurriremos las almendras y las meteremos en el vaso de la batidora.
  • Pondremos en remojo la miga de pan un rato hasta que veamos que esté bien empapada.
  • Pelaremos los dientes de ajo y les quitaremos el tallo que tienen en su interior. Entonces, los meteremos también en el vaso de la batidora.
  • Añadiremos la sal y trituraremos a potencia máxima hasta obtener una pasta lisa.
  • Escurriremos el pan y lo agregaremos dentro del vaso de la batidora. Entonces, trituraremos de nuevo a potencia máxima hasta que esté todo bien mezclado.
  • Sin dejar de batir, incorporaremos el aceite de oliva virgen extra poco a poco, en forma de hilo. Debemos hacer una emulsión.
  • Seguidamente, añadiremos los 750 ml de agua y mezclaremos bien.
  • Aliñaremos con 2 cucharadas de vinagre.
  • En este punto, debemos probar nuestro plato y, si fuera necesario, rectificaremos la sal y el vinagre que le hemos echado.
  • Por último, dejaremos reposar nuestro plato en la nevera al menos durante un par de horas. También cabe la posibilidad de meterlo en el congelador para acelerar el proceso.
  • Después de unas horas, es el momento de servir, mezclar bien de nuevo y servirlo en platos hondos individuales.
  • Quien quiera, podrá acompañar su plato con unas uvas moscatel o unos trozos de melón sobre la superficie de la sopa fría.
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