Carpaccio de tallo de brócoli: Una receta de aprovechamiento, fácil y sin cocción

Algunos nutricionistas dicen que hay mucha vida más allá del brócoli. Y tienen razón, pero de lo que no hay duda es de que esta verdura tiene multitud de posibilidades. Es tan versátil que puedes cocinarlas al vapor, a la brasa, al horno, crudas en ensalada, salteadas en un wok o hervidas, por ejemplo.

Admiten cualquier aliño, como el aceite de oliva virgen extra, el vinagre de manzana, la soja, el ajo y perejil y un sinfín de especias. ¡Incluso salsa de queso! Son ideales para acompañar cualquier pescado, carne o pasta y queda fantástico con arroz, cuscús y quinoa.

No obstante, cuando hablamos del brócoli, casi todas las personas piensan en la parte superior de la cabeza de la planta. La mayoría cortamos las flores, la parte más tierna y más gustosa y desechamos el tallo, pero es un desperdicio.

En este artículo de Novamás te explicamos cómo sacarle partido al tallo de esta planta que normalmente tiramos a la basura y convertirlo en un entrante sabroso, muy sencillo de elaborar y, además, rápido y saludable: carpaccio de tallo de brócoli.

Receta de carpaccio de tallo de brócoli

Ingredientes:

• 1 tallo de brócoli
• zumo de medio limón
• zumo de media lima
• 1 cucharadita de sal
• 1 cucharadita de pimienta negra molida
• 100 g de lascas de parmesano
• 2 cucharadas de AOVE

Modo de elaboración:

1. Lavamos bien los tallos del brócoli bajo el grifo, cortamos la base y pelamos un poco el tronco para evitar las fibras más gruesas.

2. Cortamos el tallo en rodajas muy finas, procurando que todas tengan el mismo grosor.

3. Las colocamos en un plato amplio, ocupando toda la superficie e intentando que no se solapen las rodajas.

4. Incorporamos el zumo de medio limón y de media lima y dejamos que macere durante 15 minutos en el frigorífico. De esta manera el tallo se reblandecerá un poquito y adquirirá un toque ácido.

5. Una vez frío, podemos salpimentar al gusto y solo quedará coronar con lascas de parmesano y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.

Brócoli, brécol, coliflor, romanesco y mucho más

Esta receta resulta fantástica para el tallo de brócoli, pero piensa que puedes aplicarla a cualquier verdura de la familia de las brasicáceas. De ella forma parte la coliflor, el brécol, el romanesco, el brócoli y el broccolini -más conocido como bimi-. Todas ellas son plantas con una amplia cabeza -blanca o verde y conformas geométricas- y un tallo grueso.

Cualquier variedad está compuesta principalmente por agua y presenta un bajo contenido de hidratos de carbono, proteínas y grasas, por lo que esta verdura tiene un aporte calórico muy escaso.

El consumo de esta verdura favorece la eliminación del exceso de líquidos del organismo y resulta beneficiosa en caso de padecer hipertensión y oliguria -escasa producción de orina-; por eso se le recomienda a las personas que sufren gota o que tienden a desarrollar cálculos renales.

Además, se les considera una excelente fuente de vitaminas (B1, B2, B3, B5, B6 y C), así como de fibra, de ácido fólico y de minerales (potasio y fósforo). Si hay que ponerle algún inconveniente a esta familia de verduras es que pueden ocasionar flatulencias.

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