Bashir Dójov, un youtuber ruso, ha logrado convertir una broma en un estudio sociológico sobre la popularidad del actual presidente ruso, Vladímir Putin.
Imagina que vuelves a tu casa y al entrar en el ascensor te encuentras colgado dentro un un enorme retrato del líder político de tu país. ¿Cuál sería tu reacción? Eso es precisamente lo que quería saber el bloguero ruso que colocó la imagen de Putin y una cámara en un ascensor de un edificio de viviendas.
En apenas una semana, el vídeo acumula más de dos millones de reproducciones. El primer hombre que entra en el ascensor no se lo piensa: "¡Mierda, se han vuelto locos!". A otros se les escapa una risa floja, un suspiro o, directamente, se preguntan si es verdad que alguien ha colocado un cuadro de su presidente allí. Porque lo que se repite una y otra vez es que no les gusta la idea.
"¿Esto va en serio? ¿Dónde puedo protestar? No quiero mirar", comenta una mujer que le explica panorama a alguien por el móvil. "Esto es lo peor que le podría pasar a nuestro edificio después de la reforma general", asevera otra.
Pero son los jubilados los más decepcionados. "¡Maldita sea!", exclama uno mientras hace pedorretas con la boca. Y una anciana pregunta a sus acompañantes tras soltar una palabrota: "¿Qué idiota a colgado esto?".
Hasta sale una mujer que le pregunta a su hija si puede quitarlo, a lo que la joven le responde: "Mamá, no. Mira", y le indica que hay una cámara. Luego las dos ríen y la mayor se dirige al retrato: "Oh, ¡Hola! Nosotros te queremos mucho".
Pero en el vídeo tampoco falta sentido del humor. Una de las residentes saluda a la imagen mientras se parte de risa. Luego le pide a una amiga que la fotografíe junto al retrato haciendo como que se arrodilla ante él. "Le van a pintar cuernos y bigotes dentro de poco", lamenta otra mujer.
Por último, uno de los vecinos se lleva un susto cuando el pegamento no puede aguantar más y el cuadro se cae. Finalmente, decide volver a colgarlo.
