Una vecina llamada contaminación acústica

Éste es el sonido del piano que la vecina denunciante escuchaba, según su relato a "todo trapo".Pero hoy en el juicio contra la pianista de Pugicerdà y sus padres ha declarado uno de los los policías que realizó las mediciones. Lo ha calificado como un sonido: "Yo lo calificaría de medio a bajo".

Curiosamente el nivel de un piano está entre el ruido de una biblioteca y no llega a los 55 decibelios que la Organización Mundial de la Salud recomienda no sobrepasar.  Pero en el 15% de los hogares españoles se sufre molestias por ruido. "El secador del vecino", "El aire acondicionado de la tienda de abajo", explican muchos ciudadanos.

Un ejemplo es el de Fernando y su mujer, que agotaron todas las posibilidades. Hablaron con la comunidad de vecinos, llamaron a la policía,  acudieron a la justicia pero al final tuvieron que mudarse. Tenían un vecino con costumbres como ésta: "Ponía la cadena de música en el hogar de una chimenea que daba pared con pared con nuestro dormitorio". Al vecino le condenaron a una pena de prision, aunque nunca ingreso. Ahora Laia, la pianista se enfrenta a otra sentencia similar que le puede costar hasta siete años y medio de cárcel por contaminación acústica  y lesiones psíquicas.