Caso Ardines

Sexo y celos en el tribunal del caso Ardines, hablan los acusados del crimen del concejal de Llanes

Javier Ardines fue asesinado en 2018. Lo que en un principio apuntaba a una trama con trasfondo político se tornó en un asunto en el que presuntamente se mezclan infidelidades, celos y traiciones. Los cuatro acusados declaran este martes.

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Arranca la vista oral por el crimen de Javier Ardines, el concejal de IU de Llanes que fue asesinado el 16 de agosto de 2018. La Audiencia Provincial de Oviedo acoge desde este martes la vista oral ante jurado popular. La Fiscalía y la acusación particular solicitarán una pena individual de 25 años para cada uno de los cuatro acusados.

Pedro Nieva, amigo íntimo y supuesto autor intelectual, es el principal sospecho. Los investigadores consideraron que urdió el plan al descubrir que su mujer le era infiel y mantenía una relación con el concejal. Ardines apareció muerto en un camino cercano a su casa, le habían golpeado en la espalda y la nuca, pero no murió hasta que lo asfixiaron. No hubo testigos.

¿Quiénes se sientan en el banquillo?

En el banquillo de los acusados se sentarán Pedro Nieva como presunto inductor del crimen por celos, pero también estará Jesús Muguruza que pudo ser el intermediario para llegar a los otros dos acusados, los presuntos autores materiales y sicarios Djilali B. y Maamar K. El caso será asumido por los nueve candidatos y los dos suplentes que fueron elegidos el pasado viernes para formar el jurado popular.

El juicio se prolongará durante dieciocho sesiones a lo largo de noviembre. Las investigación duró medio año hasta llegar a los acusados a los que ahora se juzga.

¿Por qué se pensó al principio que había un trasfondo político?

Javier Ardines tenía de 52 años cuando fue asesinado. Formaba parte del gobierno municipal formado por cuatro partidos: Vecinos por Llanes, PP, Foro e IU. Ardines era el responsable de las áreas de Personal, Playas y Medio Rural como único edil de la coalición.

No había armonía en el seno de la coalición y el concejal había mantenido conflictos con la plantilla municipal lo que hizo sospechar a los agentes en un primer momento con causas políticas. Los trabajadores municipales estaban pendientes de conocer quiénes de ellos serían interinos; además había un contencioso por incumplimientos a la normativa de costas.

Esta circunstancia llevó inicialmente a los miembros de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y a los agentes de la Comandancia de Gijón a centrar las primeras hipótesis en el móvil político ante supuestas enemistades.

El giro del caso hacia el móvil pasional

La Fiscalía relata -a partir de las investigaciones- que Pedro Nieva descubrió en diciembre de 2017, que Ardines mantenía una relación con su mujer, a su vez prima segunda de la esposa del concejal. Nieva vivía en Vizcaya y decidió vengarse y matar al concejal aprovechando que su mujer iba a pasar el verano en una casa de la familia cerca de la del concejal Ardines. Supuestamente llamó a Jesús Muguruza -el presunto intermediario- para encontrar a los autores materiales del crimen, sicarios dispuestos a cobrar para matar al concejal.

Uno de los presuntos sicarios, Djilali B. declaró ante la jueza que él y su compatriota argelino Maamar K. cobraron 25.000 euros cada uno, y que el mediador recibió otros 10.000. Los sicarios estudiaron las rutinas del concejal y se desplazaron a Belmonte de Pría para matarlo. Hubo un primer intento fallido en la madrugada del 1 de agosto, y el segundo y definitivo dos semanas después.

Los sicarios habrían colocado dos vallas de obra para que Javier Ardines tuviera que bajar de su coche y aprovechar ese momento para matarlo. Le atacaron con un spray de pimienta antes de golpearle con un palo o un bate de béisbol; después le habrían estrangulado hasta la muerte.

En el juicio prestarán declaración más de 40 personas.

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