El cirujano plástico Ignacio Frade es una de las víctimas del atraco frustrado que tuvo lugar este lunes en el centro de Madrid. 24 horas después del sucesos teme que "estos sicarios puedan volver": "Creo que mi vida está en peligro.
Este lunes al mediodía dos individuos le esperaron en la casa de su padre, lugar al que acude todos los días para almorzar. Según cuenta, le exigieron papeles relacionados con Hacienda, la transcripción de una conversación por Whatsapp y dos maletines de documentos. Eso después de golpearle con la culata de una pistola en la cabeza, maniatar a la empleada doméstica y amordazar a su padre, de 94 años.
Frade asegura que conoce el origen de la agresión: "Las personas que creemos que supuestamente mandaron a los sicarios están siendo investigadas por la policía".
No es la primera vez que el doctor Frade es noticia. Hace seis años fue testigo de cargo en un juicio por un error médico. Un fallo de anestesia en una rinoplastia dejó al jóven Antonio Meño en coma durante 20 años.
Frade estaba en prácticas en aquella operación y dos décadas después declaró contra sus compañeros, dando un giro a un caso que obligó a indemnizar a la familia con un millón de euros. Ya entonces le preguntábamos por posibles amenazas y afirmaba que el abogado de la defensa de Meño le había advertido de que podría recibirlas.
Ahora descarta que la agresión tenga que ver con aquel caso, ni con su actividad como cirujano plástico. Dice que no debe dinero a nadie. Podría tratarse de un intento de chantaje o extorsión. La Policía analiza su declaración y busca a los asaltantes, que se hicieron pasar por inspectores de Hacienda.