Reforma del Código Penal para acabar con los delincuentes reincidentes

Un ejemplo: los carteristas, que  convierten el hurto en su modo de vida y ensucian la imagen que se llevan muchos turistas. Los visitantes de nuestro país piensan, con ejemplos como éste, que hay inseguridad.

Otro ejemplo: los ladrones habituales, que actuan con violencia, a veces desmedida, y acaban también con la paciencia de viandantes. Otro de los sectores más afectado es el de los joyeros. Protestan una y otra vez porque los mismos ladrones entran en sus negocios como en su propia casa y tienen miedo.

El resultado es el mismo, aunque las situaciones sean diferentes: ladrones reincidentes que están en la calle a las pocas horas de ser detenidos.

Por eso el Ministerio de Justicia  reformará el Código Penal. El Gobierno asegura que los jueces no tienen las leyes adecuadas para luchar contra los delincuentes reincidentes. El objetivo es desterrar una idea que está más que extendida entre los ciudadanos: la idea de que en ocasiones los ladrones entran por una puerta y salen por otra.

De esta manera, las fuerzas de Seguridad del Estado también verán que su trabajo sirve para garantizar verdadera seguridad, porque para los agentes es muy frustrante ver que su esfuerzo es baldío. La reforma trata de acabar situaciones como la que se dió en 2010 en Barcelona, cuando se detuvio a 4.400 reincidentes y de éstos, 182 habían sido detenidos un mínimo de diez veces.